José Corona/ La Voz de Michoacán Pichátaro, Michoacán. Con una misa de alborada en punto de las 6 de la mañana de este día, miles de fieles se reúnen en el templo principal de la comunidad indígena de San Francisco Pichátaro para dar comienzo al día más importante de la festividad en honor a La Preciosa Sangre de Cristo. Conocida por los locales como la "fiesta del 6 de agosto", el tradicional festejo de la comunidad indígena, comprende un lapso aproximado de dos semanas; este año inició desde el pasado 28 de julio con un recorrido con la imagen religiosa desde un lugar conocido como “La Cruz Colorada”, donde se relata que sucedió una aparición de la imagen de Cristo en un árbol de tejocote el cual permanece en la iglesia de la localidad. El evento concluirá hasta el próximo 10 del presente mes, para lo cual se tiene prevista una procesión con la imagen de La Preciosa Sangre de Cristo por los siete barrios que conforman la comunidad enclavada en la Sierra Purépecha. Durante los días de la celebración se realizan eventos de toda índole, religiosos, culturales, deportivos y artesanales, los más de 10 mil habitantes, purépechas en su mayoría, buscan atraer un alto número de visitantes y recibir a los familiares que viven fuera del poblado, "durante los días de la celebración llegan al pueblo hasta 10 mil personas de varias partes, desde las comunidades indígenas aledañas y algunas ciudades del país, hasta parientes que vienen desde Estados Unidos", señala, Carlos Itobal Gabriel, miembro del Comité de Artesanos de Pichátaro. Sin embargo, pese al vasto programa de actividades, los organizadores de la feria, entre ellos miembros de la jefatura de tenencia, coinciden en que es urgente un mayor apoyo de las autoridades estatales y municipales para redoblar esfuerzos en la difusión del festejo y con ello estimular la derrama económica tan necesaria para los artesanos y comerciantes de la localidad; “se trata de convertir el festejo en un polo de atracción turística y comercial para todos los gustos y paliar la compleja situación económica que viven los comerciantes, artesanos y la población en general", reitera Itobal Gabriel, también integrante del comité organizador de la feria. Uno de los eventos más destacados de la festividad, es la realización de la Octava Feria del Mueble Rústico y Textil Bordado, alrededor de 250 artesanos locales participan en la exhibición y venta de muebles labrados en madera y bordados tradicionales. "Sin duda en el evento se pueden apreciar trabajos de madera y textiles de gran calidad, pero no siempre hay ventas y cuando las hay no vemos obligados a bajar los precios, la falta de apoyo es sin duda una limitante que afecta a los artesanos y a la comunidad en general", señala Virginia González Urbina, artesana de textil bordado. Para más información checa nuestra edición impresa del 6 de agosto.