Huandacareo; Mich.- Hace más de 5 décadas cuando comenzó a figurar en el panorama de aquellos grandes jaripeos el nombre de don Facundo Caballero, apegado al ganado de presencia y acarreando a las principales plazas con su camión rabón Dina verde, a los grandes toros que forjaron la inolvidable y sin igual “Época de Oro del Jaripeo Ranchero”: siempre al lado de los pioneros llegó a constituirse como uno más y como un pilar fundamental en la historia y evolución del espectáculo más mexicano; la perseverancia y el trabajo en el rancho aunado a su pasión por el jaripeo lo llevaron a levantar y a crear su propio emporio; dedicado de tiempo completo intentó crear y logró un encaste propio en su ganado vacuno que conserva el carácter indómito del reparo, aunado a la presencia y a la bravura, siempre se distinguió por producir los toros llamados de “Las 3 B”, Buenos, Bonitos y Bravos, además de la impactante anatomía, sus corridas se distinguieron por esas cualidades que cualquier ganadero añora para sus toros de reparo y en Handacareo, lo consiguió el señor don Facundo Caballero, quien siempre honró su apelativo y así sus cualidades de bondad y de trabajo emprendedor también logró fijarlos en su descendencia, los hermanos Manolo y Martin Caballero. Más información buscar la edición impresa de La Voz de Michoacán del 4 de octubre de 2015.
La Voz de Michoacán
