Roberto Huitrón/ La Voz de Michoacán Los Reyes, Michoacán.- Basura, aguas negras estancadas, olores fétidos, polvo, desorden y contaminación incluida la visual, es lo que se percibe al llegar a la ciudad de Los Reyes por el acceso oriente, ya que a ambos lados de la calzada, continuación de la carretera Los Reyes-Peribán, a la altura de la colonia Obrera, una retahíla (entre 30 y 40) de puestos y locales han invadido ambos márgenes de dicho acceso (el derecho de vía), el 30% de ellos cerrados en tanto que el resto, ocupa todo tipo de vendimias dominadas por tacos, tortas, antojitos, pero también, carpinterías, cremería, verdulerías y una caseta de vigilancia semi-abandonada. Este caos construido con tablas láminas, aunque también con cemento, varillas, tabicón, cal y hasta azulejo, está montado sobre lo que inicialmente fue la cuneta para desaguar el agua de lluvia de esta vía, y que ahora es un vertedero de aguas sucias, las cuales se estancan, por el azolve de tierra y basura, que les impide correr. Este espacio, que desde hace aproximadamente 25 años comenzó a ser invadido, que se aceleró en las dos anteriores administraciones municipales, al extremo de que los paraderos del servicio público de pasajeros, ahora están ocupados con mesas y sillas donde se sirve comida de negocios particulares. En pocas palabras espacios públicos privatizados con fines de lucro, como sucede en los alrededores del mercado municipal “18 de Marzo”, donde al igual que en este lugar, se “vende”, compran, traspasa y renta la vía pública por parte de particulares, ante la pasividad de las autoridades municipales. Las consecuencias de esta situación van desde convertir este sitio en un reservorio de fauna nociva, alguna de las cuales han derivado en plagas, como lo son ratas cucarachas y el mosquito Aedes Aegyptis, transmisor del virus del dengue, brote epidémico que tiene en vilo a la población de la ciudad de Los Reyes.