Francisco Javier Torres/ La Voz de Michoacán. La grey católica se ha visto alcanzada también por la inseguridad que padece el estado, luego que desde el mes de diciembre desapareció un cura de la diócesis de Zamora, del cual hasta la fecha no se sabe nada, “oramos porque aparezca y su familia encuentre pronto consuelo; pero no basta solo con la oración para ayudar a tantas familias que padecen de esta manera, es necesario abonar a la construcción de una mejor sociedad”, pidió el Arzobispo Alberto Suárez. Luego de casi un mes de desaparecido, el sacerdote perteneciente a la diócesis de Zamora, Michoacán, Santiago Álvarez Figueroa, nada se sabe de su paradero, quien fuera visto por última vez el pasado 27 de diciembre cuando asistió a una Iglesia de la localidad de Jacona a oficiar misa. Familiares y amigos junto con autoridades de la subprocuraduría de Zamora, municipio ubicado en el Bajío michoacano, desde que se supo de su desaparición, realizaron un recorrido por carreteras y parajes de la región en busca del padre de 27 años de edad, quien cumplió un año en el sacerdocio. Pero no se ha dado con algún dato que lleve a la localización. Según lo han consignado algunos medios, se estima que el sacerdote pudo haber sido víctima de un asalto o plagio, luego que el clérigo, oriundo del poblado Paredones, en el municipio de Jiquilpan, acudió el pasado 27 de diciembre desde su lugar de origen, donde es titular de la parroquia, a realizar una ceremonia litúrgica al Seminario de Jacona. Luego del evento religioso, el sacerdote se despidió de sus compañeros y feligreses para abordar su automóvil y regresar a Paredones, donde pasaría los festejos de fin de año con su madre y demás familia. Fue en el transcurso del viaje de regreso donde desapareció el párroco; al notar que no llegaba a su destino, los familiares comenzaron a buscarlo, preguntando primero en el Seminario de Jacona, donde les informaron la hora en que salió Santiago Álvarez. Hasta el momento las autoridades ministeriales no han informado de los avances que se pudieran tener en el esclarecimiento de esta desaparición por lo que el caso se lleva en total hermetismo, pese a los pronunciamientos de la iglesia católica de que den celeridad a las investigaciones. Cabe mencionar que es la primera ocasión de la desaparición en esas condiciones de un clérigo en Michoacán, ante esta situación, el Arzobispo Alberto Suárez, señaló que se mantienen oraciones no solo por el sacerdote desaparecido, sino por tantas familias que están padeciendo este tipo de situaciones. “Sentimos mucha pena por la situación de estos hijos desaparecidos, por las madres que se sienten afligidas por su usencia; son muchísimas familias las que están golpeadas por la inseguridad y por la injusticia; por ello hacemos un llamado a que todo esto sea corregido, donde todos seamos corresponsables en la transformación del tejido social”, pidió el monseñor. Por su parte, el Nuncio Apostólico, Cristopher Pier, denunció que la violencia se ha penetrado por todas partes, pero que no viene de fuera, es algo que sale del interior de las personas, por lo que se mantiene la esperanza de que la sociedad pueda cambiar, “lo que le ocurrió al padre de Jacona es algo muy triste, y lo que le ocurre también a toda la sociedad, todos estamos sufriendo”, expuso la máxima representación del Papa en México. Así mismo, reconoció que se han dado más casos de extorción por otros padres, pero que poco se puede hacer como iglesia para ayudar en las investigaciones, pese a ello, pidió la colaboración de las personas que puedan ayudar a dar con el paradero del sacerdote desaparecido. -
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