Los Reyes Michocán.- En sesión extraordinaria de la Junta de Gobierno del Sistema se Agua Potable y Alcantarillado Descentralizado (Sapad) de Los Reyes, el alcalde reyense presentó a la nueva directora del Sapad, Blanca Esther López Castellanos, quien sustituye a Arturo Barajas Valencia, quien presentó su renuncia al cargo con carácter de irrevocable, como lo informó en su oportunidad La Voz de Michoacán. La nueva directora del Sapad, se desempeñó hasta el pasado martes 15 de los corrientes, como secretaria particular del alcalde de Los Reyes y se convierte en el primer cambio de importancia en esta administración municipal. Por lo que respecta a Barajas Valencia, todo parece indicar que se reintegrará al cabildo como regidor propietario que es. Hay que recordar que en la primera semana de la actual administración municipal, el exdirector del Sapad, solicitó licencia al cargo de regidor propietario del ayuntamiento de Los Reyes, ante la invitación que le hiciese el alcalde, para que ocupara el cargo de director del sistema referido, que asumió hasta el pasado martes 15 de los corrientes. Los retos de la nueva directora Los retos que deberá enfrentar la nueva directora del Sapad, son varios, en primer término resolver el problema de falta de agua en las comunidades serranas del municipio, para lo que se han tomado las primeras medidas como lo son rehabilitar las plantas purificadoras instaladas en las comunidades de: San Isidro, San Antonio y Santa Rosa, que forman parte de igual número de cosechadoras de agua de lluvia. Otro problema ligado al anterior que deberá de atender López Castellanos, es el relacionado con la “ordeña” de las tuberías de conducción de agua potable de la mayoría de las comunidades, por parte de huerteros y ganaderos, que de forma ilegal desvían el vital líquido para uso doméstico a fines agropecuarios, lo que reduce la de por sí poca agua con la que cuentan estas poblaciones. El saneamiento de las aguas residuales en las comunidades rurales, es otro problema urgente a atender, tal es el caso de San Rafael Atapan, donde las aguas residuales generadas por los habitantes de la comunidad indígena de La Zarzamora están contaminando los manantiales donde se surten de agua “potable” los pobladores de la primera localidad, quienes además se quejan que sus cultivos de frutillas, principalmente, también se están contaminando con estas aguas negras.