Rogelio Arellano/La Voz de Michoacán Uruapan, Michoacán. La posibilidad de realizar un viaje tranquilo entre paisajes naturales, se pulveriza al ser un recorrido caro, inseguro y peligroso. Así resumen transportistas sus trayectos por la Autopista de cobro Siglo XXI, vía que aseguran presenta déficit en señalética además de haber sido superada por el aforo vehicular y ser blanco de asaltos para el robo y quema de vehículos que degeneran en bloqueos por parte de grupos delictivos. El panorama desfavorable para los usuarios se agrava con la operación de los concesionarios de grúas autorizados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) quienes convierten en “letra muerta” la Base Tarifaría de los Servicios de Arrastre, Arrastre y Salvamento y Depósito de Vehículos en el Autotransporte Federal (publicado en el Diario Oficial de La Federación el pasado 28 de febrero del 2017) pues incrementan los cobros hasta en un 400 por ciento. Por si fuera poco, los concesionarios de la autopista (Autopistas de Michoacán) cobran pero dejan sin efecto la cobertura del seguro cuando tras un choque entre transportistas, alguno de los involucrados no cuenta con una póliza en este sentido, sin importar los casos en que el origen del percance pueda involucrar la ausencia de una estructura integral y de servicios de la propia vía, señalaron en entrevista por separado dirigentes de agrupaciones de transportistas. Continúa “blindaje” en la autopista Siglo XXI. Juan Manuel Moreno Moreno delegado en la entidad de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos, A.C. (CONATRAM) para vehículos de pasaje y turismo, señaló que en su inauguración la autopista Siglo XXI tenía la capacidad de atender un aforo vehicular de 4 mil 500 vehículos aproximadamente. “Hoy en día el aforo llegar a ser de 18 mil o más, sobre todo durante las temporadas de vacaciones”, sostuvo. La saturación es un riesgo que sumado a los asaltos y robo de unidades, coloca a esta vía como insegura en su trayecto de poco más de 300 kilómetros y un costo promedio por camión superior a los mil 100 pesos sin la posibilidad de que los transportistas recurran a un blindaje jurídico pues no tienen los recursos para entablar un pleito prolongado. “Estamos esquinados con poco margen de superar los abusos”, indicó Moreno Moreno. Estimó que entre los gasolinazos, la exigencia de la autoridad federal en la figura de la SCT para que se cumpla con una larga lista de requisitos y el acoso de la Policía Federal (cuadrante caminos) así como el aumento y abuso de las tarifas de los gruyeros y peajes caros, ha generado que en las últimas dos décadas la rentabilidad del pequeño transportista se desplome hasta en un 50 porciento o se nulifique la posibilidad de crecer. Los monopolios del transporte tienen capacidad de enfrentar estas debilidades que tenemos los pequeños concesionarios pero que al mismo tiempo somos la gran mayoría, de ahí la necesidad de que simplemente se aplique la ley y se frene esta serie de abusos porque los instrumentos para hacerlo existen a través de leyes, reglamentos, protocolos o normas oficiales, sin embargo nadie hace nada”, reprocho el dirigente. Cada reunión en Morelia del Comité de Prevención de Accidentes en Carretera son pocos los que van, desde representantes de instituciones oficiales de los tres niveles de gobierno hasta propios dirigentes de agrupaciones de autotransporte. “Nada más imagínese desde hace seis meses no se sesiona y no creo que se haga hasta después de las elecciones pues se esgrime por parte de los funcionarios otras ocupaciones o definitivamente culpan a la actual veda electoral”. Para más información checa nuestra edición impresa del 27 de abril.