Aned Ayala/ La Voz de Michoacán Michoacán. El lago de Cuitzeo es el segundo más importante del país y tanto éste como el Río Lerma, pueden alcanzar en los próximos cinco años, el 85 por ciento de tratamiento por la contaminación que presentan, sin embargo de ello depende el financiamiento posible a proyectos coordinados entre los gobiernos, el Banco Mundial e instituciones como la Universidad de Massachusets y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo que ya trabajan al respecto. Con el propósito de establecer medidas que permitan recuperar los cuerpos de agua y la biodiversidad de la Cuenca Lerma-Chapala, se realizó ayer el segundo taller en materia de seguridad hídrica y resilencia con la intención de exponer diagnósticos que se han realizado en la zona a fin de adecuar propuestas viables para el rescate de los afluentes. El presidente del Consejo de la Cuenca Lerma-Chapala, Jorge Jiménez Campos, aseguró que a través de un manejo integral del ecosistema y de un proyecto de seguridad hídrica se podrá disminuir la contaminación y sobrexplotación de los acuíferos, además de establecer criterios para evitar que continúe el cambio de uso de suelo en las zonas montañosas y boscosas de la región. Michoacán, Estado de México, Querétaro, Guanajuato y Jalisco, son las cinco entidades federativas que integran la Cuenca Lerma-Chapala y que en coordinación con los gobiernos municipal, estatal y federal, así como de los usuarios que se abastecen de la misma, realizan un monitoreo para conocer la situación climatológica y de medición de los acuíferos que permitan diagnosticar el estatus que guarda cada cuerpo de agua en la zona. Informó que el objetivo es implementar a corto plazo un plan integral que considere el tratamiento y la fuente de abastecimiento de los acuíferos, sin dejar de lado la recuperación del suelo que ha sido afectado por la deforestación para actividades agrícolas en cultivos de frutos. En parte alta de la Cuenca Lerma-Chapala se deforesta para sembrar aguacate y papa, y cada vez es menor la superficie de absorción de los acuíferos por eso es que se trabaja en el monitoreo real de las situaciones climatológicas y de medición para saber cuánto se está abatiendo y sobreexplotando, de manera que se planteen condiciones para recuperar las zonas boscosas”.