Tanques de gas, un riesgo latente

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Foto: La Voz de Michoacán.Las empresas gaseras deben contar con personal altamente capacitado.

Rogelio Arellano / Roberto Huitrón/ Sofía Villalobos/ Erika Aguilar

Michoacán. Una contingencia con resultados catastróficos puede llegar a ocurrir en cualquier momento, sobre todo en centros de alta concentración de personas, donde se incurre en diversas irregularidades que ponen en riesgo la integridad física de los ciudadanos al no asumirse una cultura de prevención en el manejo de cilindros de gas licuado de petróleo (LP), siendo Michoacán uno de los estados donde todavía es un reto la seguridad en este tema.

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Normativas de seguridad, letra muerta en Uruapan, la existencia de 10 normas oficiales mexicanas, así como un programa de supervisión y una directiva para la prestación de servicios emitidas por la Secretaría de Energía (SE), al margen de los reglamentos locales para el transporte, almacenamiento y distribución de gas LP, conforman un andamiaje de seguridad que se transforma en "letra muerta" ante esquemas operativos deficientes en las instituciones oficiales para hacer que se cumplan las especificaciones que eviten contingencias en el consumidor final.

En lo anterior coincidieron trabajadores de empresas gaseras, integrantes de cuerpos de auxilio y rescate así como distribuidores de implementos y accesorios para instalaciones de gas LP, hidrocarburo que al ser manipulado de forma incorrecta genera entre 70 y 100 llamadas de auxilio mensualmente.

Consejos y recomendaciones populares carentes de cualquier sustento técnico llenan el vacío que dejan instituciones como la propia SE, unidades de PC y gaseras, en cuanto a incumplir con su obligación de difundir de manera permanente entre la población los peligros que implica el uso o la manipulación indebida del gas LP a través de los tradicionales cilindros de 30 kilos o menos así como los tanques estacionarios o bien entre los propietarios de vehículos que operan con este hidrocarburo, señaló Eduardo Camacho Herrera, integrante del cuerpo de rescatistas de la Cruz Roja.

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Por su parte, el rescatista José Cuauhtémoc Padilla e integrante del Cuerpo Voluntario de Bomberos, señaló que se trata de un círculo vicioso en el que tanto el consumidor como el vendedor y las instituciones se niegan a ser responsables. "Un consumidor simplemente no puede aceptar un cilindro en malas condiciones, pero no hay quien verdaderamente lo respalde para hacer que la gasera cumpla, en tanto la empresa no puede obligar al consumidor a tener instalaciones adecuadas mientras que las dependencias son estrictas en programas de escritorio", señaló.

Las empresas distribuidoras o comercializadoras así como los fabricantes o constructores de esas gaseras, están sujetos a esas normas oficiales mexicanas y otros documentos técnico-jurídicos que erradican la posibilidad de contingencias, sin embargo es responsabilidad de la SE que se cumplan esas disposiciones para garantizar la circulación de tanques en buen estado o estaciones de servicio debidamente equipadas, señaló por su parte Leonardo Vallejo encargado de planta de una gasera local tras precisar que son bastante esporádicas las contingencias en esas firmas pues se rigen por protocolos de seguridad bastante rígidos. Una instalación doméstica que cumpla con los requisitos básicos de seguridad requiere una inversión de entre los mil 200 y mil 500 pesos, incluido los servicios o mano de obra de un técnico, sin embargo la mayoría de consumidores considera una inversión no necesaria y optan por los "manuales caseros carentes de sustento técnico y luego vienen los accidentes", sostuvo por su parte Eduardo Hernández, responsable de una tienda distribuidora de accesorios para instalaciones de gas LP. Instituciones como PC deben ser los responsables de contribuir a fomentar una cultura de prevención en el manejo de este hidrocarburo a través de pláticas, talleres ciudadanos o cualquier otra dinámica.