Olivia Tirado/La Voz de Michoacán. Tlalpujahua.- Tlalpujahua, es el Pueblo Mágico más visitado de la región Oriente, pues en la temporada de Semana Santa, recibió -sólo en los días santos-, a más de 15 mil personas. “El Viernes Santo fue el de más afluencia, pues Tlalpujahua estaba al 100 por ciento en hoteles y restaurantes, lo que significa una buena derrama en los lugareños. Esto también es sinónimo de que la temporada alta, no sólo es de septiembre a diciembre, sino en diferentes épocas del año”, informó Gabriela Marín Colín, directora de Turismo municipal. La afluencia de visitantes se debe a que también el Ayuntamiento tuvo una participación muy activa y resaltó las escenificaciones propias de la temporada. Situación que hizo que la gente volteara a ver a Tlalpujahua. “En años anteriores no se distinguió o no se resaltó por las actividades de Semana Santa, como en los dos últimos años se ha hecho. En estos 2 años mostramos que nuestro Pueblo Mágico –en cuestión de turismo religioso- se ha ganado un lugar muy importante”. Como consecuencia, esperaban un lleno desde el Miércoles Santo, pero la afluencia de visitantes empezó desde el lunes y las reservaciones se dieron casi todos los días de la Semana Mayor. “Ahora, la temporada alta no solo es de septiembre a diciembre, sino que se abren nuevas meses; lo que incrementa la afluencia, estadía y ganancias para la gente del pueblo”, recalcó la directora de Turismo. La afluencia de visitantes que se vieron, son del Estado de México (Toluca), el Distrito Federal, mismo Michoacán, Querétaro, Guanajuato; incluso de Sinaloa. “De Sinaloa vinieron y no esta tan cerca, lo que quiere decir que Tlalpujahua está trascendiendo; no solo por la artesanía de la esfera, sino por los eventos que se realizan a lo largo del año”. Agregó Gabriela Marín que en el turismo religioso, se dio como un extra, hacer de Tlalpujahua un escenario en todo el pueblo, para transportar a la gente, en el tiempo en que vivió Jesús, ya que revivió la guardia pretoriana. “Esta guardia pretoriana interrumpía el paso de las personas, inesperadamente; los hombres traían sus trajes de soldados romanos y montados en los caballos anunciaban el decreto del César para aprehender a Jesús”.