Zitácuaro, Mich.- En Zitácuaro docenas de mujeres marcharon y oraron, pronunciándose contra la violencia en ‘El Día Internacional de la No Violencia contra Mujeres y Niños’. Del 100 por ciento de las mujeres, el 90 por ciento reconoce haber sufrido de algún tipo de violencia en alguna etapa de su vida; para el 10 por ciento restante pasa desapercibido, pues es algo cotidiano, y por lo tanto, común para ellas. Una herramienta para que disminuya la violencia, es cambiar la visión de las nuevas generaciones, pues actualmente en vez de bajar, parece incrementarse; comentó Juan Manuel Reyes Maya, psicólogo del módulo de Salud Mental del Centro de Salud En torno a este tema, admitió el psicólogo Juan Manuel Reyes, que a pesar de que se han realizado diferentes programas, a través de diversas instituciones, el tema de la violencia hacia la mujer, cada día parece incrementarse. “Desde nuestro punto de vista, todavía siguen prevaleciendo las formas de educación, con las grandes diferencias que se dan al hecho de ser hombre o mujer”. En México –desafortunadamente-, todavía prevalece el machismo en los estados de Michoacán, Guerrero y Chiapas. A esto se le agrega que los fines de semana se incrementa la violencia, pues los lunes es cuando más atención se da a las féminas que han sufrido el maltrato. Son pocos los módulos especializados que atienden a victimas de violencia familiar. Los especialistas han identificado que en noviembre y diciembre se ve el incremento de las mujeres violentadas (de 20 a un 30 por ciento), por el alza de las consultas registradas. A esto se le agrega que, del 100 por ciento de las mujeres, el 90 por ciento reconocen que en algún momento de su vida han sufrido violencia intrafamiliar; esto se relaciona más con las formas de educación, aunque en otros factores influye la manera de beber alcohol. “ Quizá solamente nos estamos enfocando en la atención a mujeres que sufren violencia; aquí sería muy importante que se implementen programas que dediquen atención en reeducar a las parejas para que puedan controlar su agresividad contra la mujer. También se trata de educar -con nuevas formas-, a las nuevas generaciones, para que estén conscientes de que la violencia no es el camino y así empezar a cambiar, pues los niños aprenden más de lo que observan, que de la forma en que se educan”. Para más información, consulta la edición impresa del 26 de noviembre del 2015.