Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Nuevamente el IEM aventó la bolita de campañas que irrespetan las medidas sanitarias y se negó incluso a emitir un exhorto a candidatos para cuidar no generar focos de contagios. Para la autoridad, simplemente está en manos de los ayuntamientos y la Secretaría de Salud el sancionar o controlar los eventos masivos y concentración de personas durante campañas electorales. Cabe destacar que, a pesar de la flagrancia con la que se han violado los acuerdos contraídos con los partidos políticos, lo árbitros electorales insisten no están facultados para sancionar, sin embargo, ni siquiera un llamado público ha presentado para invitar al respeto de protocolos. En voz de Araceli Gutiérrez, consejera del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), son las demarcaciones las únicas que cuentan con atribuciones para llamar la atención, clausurar o incluso sancionar a quienes han incurrido en violar los reglamentos sanitarios, mientras que la Secretaría de Salud es la responsable de vigilar aspectos sanitarios. Precisó, a pregunta expresa de los medios locales de comunicación, que los acuerdos contraídos con los partidos políticos desde semanas antes de que iniciaran las contiendas electorales fueron únicamente de buena voluntad. “Hemos tenido diálogos con los partidos invitándolos a cuidar los protocolos. Queda en el campo de decisión de los partidos políticos totalmente. Las autoridades indicadas, facultan a la Secretaría de Salud y ayuntamientos de cada municipio, pero no es facultad del órgano electoral”, justificó ante la falta voz del IEM en la materia. A pesar de que la mayoría de los partidos políticos dieron su voto de solidaridad para cumplir las medidas sanitarias para contener la enfermedad del coronavirus (COVID-19) en las Mesas de Seguimiento al Proceso electoral, los eventos masivos siguen siendo cada vez más recurrentes. Desde arranques de campaña con miles de personas en plazas y espacios públicos, ni un solo evento ha sido dispersado como se había anunciado y mucho menos sancionado a los representantes de los partidos políticos o candidatos. Los Guardianes de la Salud incluso se han replegado por completo. Apenas la semana pasada la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) celebró que durante las últimas semanas se dispersaron a más de 2 mil personas en 23 eventos como jaripeos, charrerías y fiestas. No obstante, al ser cuestionado por eventos de corte político el funcionario negó acción alguna. “Es un tema de autocompromiso con la ciudadanía y, lo hemos dicho, que el órgano electoral no está facultado para señalar cuando no se cuidan los protocolos de sana distancia. Hay disposiciones que facultan a autoridades administrativas, pero se sale de las competencias de los organismos electorales”, insistió la autoridad electoral. Fue el 10 de febrero pasado cuando los 10 partidos políticos se comprometieron a cumplir con las medidas sanitarias, entre las que se destacaron el apegarse a la sana distancia, uso obligatorio del cubrebocas, privilegiar los medios tecnológicos para el acercamiento virtual a los ciudadanos, y evitar en la medida de lo posible, la aglomeración de personas. Desde inicios de año, el proceso electoral fue calificado como un punto de riesgo a contagios por el propio gobernador Silvano Aureoles Conejo, quien advirtió incluso la necedad de algunos perfiles y partidos por convocar a la población a eventos públicos, mítines y otras actividades que incentivan la movilidad en la época de mayor incidencia de contagios del país. En el propio discurso del jefe del ejecutivo estatal el uso de la fuerza fue un aspecto que no se descartó en caso de que los eventos pudieran poner en riesgo los avances epidemiológicos en las zonas urbanas y rurales del estado de Michoacán. Hasta el momento, lo anterior no ha acontecido. Incluso, a cinco meses de iniciado el año y 4 de que la segunda ola saturó los sistemas hospitalarios y de servicios médicos, el discurso ahora se ha tornado triunfal respecto a que la tercera ola de la enfermedad se logró evitar, por lo que las banderas epidemiológicas relajaron sus indicadores en la mayor parte de los municipios, con excepción de Morelia y Uruapan. A pesar de los más de 60 mil contagios y casi 6 mil fallecidos en los últimos 14 meses, la postura del gobierno de Michoacán se ha limitado a apelar a la “buena voluntad” de los institutos políticos y sus candidatos, situación que, obviamente, no ha sucedido.