Jorge Manzo / La Voz de Michoacán José Jaime García Domínguez tiene muy claro lo que quiere: que Copándaro cuente con un gobierno honesto, transparente y que trabaje en las necesidades que enfrenta ese municipio de unos 10 mil habitantes. Él no tiene la ambición de perpetuarse en el poder, y más bien, si las cosas se cuadran a su favor, heredarle un estándar muy alto al sucesor en la Presidencia Municipal: que deje de utilizar esa posición como trampolín, que “la gente deje de estarle cuidando las manos a los funcionarios” y a su vez propondrá reducir al 50 por ciento el salario del presidente. Es la propuesta que impulsa el PRI en el proceso electoral. Él reconoce que muchos de los problemas que enfrenta Copándaro no se pueden resolver en un periodo de tres años, sin embargo, no sólo es el tiempo y la cantidad de recursos que recibe el municipio, sino que también parte del presupuesto llega a parar a los bolsillos de los funcionarios públicos. Él cree que la inversión en el campo, educación, salud y la atracción de empleos pueden ayudar a mejorar las condiciones de vida de los habitantes. Durante la charla con La Voz de Michoacán, el ingeniero de profesión reconoce que el hecho de que se tenga que salir de tu pueblo en búsqueda de mejores oportunidades de vida, es desafortunado. Él cuenta que es uno más de esa estadística que tuvo que salir a trabajar a otro estado porque en su pueblo no pudo conseguir un empleo, aunque aclara que nunca ha dejado de estar pendiente del lugar en donde nació y en donde radica su familia. Lamenta que haya paisanos que hayan dejado todo por el sueño americano. “Es muy duro para ellos, y qué bueno que esto se ha convertido en un sinónimo de prosperidad para muchos de ellos, yo tengo familiares y muy buenos amigos viviendo allá. Sin embargo, tanto las familias como los gobiernos deben de hacer algo más para que eso no se no se convierta en la única opción de las familias, sino más bien, que se incentive para que los jóvenes estudien, y los gobiernos procuren generar fuentes de empleos para los ciudadanos y no tengan que andar sufriendo en otros destinos”. Compartió que le da una mezcla de tristeza, vergüenza y coraje ver cómo las autoridades federales presumen que México cada año supera las metas de envíos de remesas, pues lo único que refleja es que cada vez son más los mexicanos que tienen que salir del país porque los gobiernos son incapaces de darles oportunidades para que aquí se puedan desarrollar sin problemas. Él por lo pronto cree que los gobiernos municipales pueden ser articuladores para que lleguen grandes industrias y generen empleos. Recuerda que él creció en Copándaro de Galeana, en donde cursó su primaria y secundaria. Confiesa que él creció en el seno de una familia humilde, integrada por 10 hermanos. Su papá, campesino sin tierra, y su mamá, “hacía maravillas para darnos de comer”. Con esa experiencia, él parte para buscar mejores oportunidades para su pueblo, pues destaca que se ha hecho más receptivo de los problemas que vives en la sociedad, como la salud, la delincuencia, drogadicción, alcoholismo, entre otros más. Él reconoce que no tiene ninguna necesidad de meterse a la política para enriquecerse. Él tiene sus ingresos, gracias a sus negocios, que le han permitido vivir bien, pero su necesidad de buscar el gobierno municipal es “por hacer algo por mi pueblo, por mi gente”. Fuera de eso, no le preocupa nada más. Ve a las mismas personas de siempre, que ya se ha convertido en vividora del gobierno, de los recursos públicos y que siempre se anota. “Queremos gobiernos honestos”, plantea el aspirante. “Sí se puede apoyar a la gente del campo, se tiene que apoyar. Quien quiera trabajar que lo haga con honestidad, que los recursos lleguen sin quedarse en el camino, ni que lleguen a las mismas familias. Quienes lo requieran puedan acceder a los apoyos”, entre muchas otras metas ve como prioridades en el próximo gobierno municipal.