Arturo Molina / La Voz de Michoacán La tendencia pro electoral se inclina en la mayoría de las regiones indígenas del estado de Michoacán. Las cuatro zonas en donde radican comunidades originarias contemplan participar y permitir el desarrollo de los comicios del próximo año, mientras que solo una minoría, principalmente asentada en comunidades de la Meseta Purépecha continúa insistiendo en no permitir ni el proceso ni la instalación de urnas en sus poblaciones. Según estimaciones, hasta un 70 por ciento de las comunidades originarias está dispuesta al diálogo y al desarrollo de las actividades de los próximos meses, en tanto que el 30 por ciento restante todavía discute en sus asambleas y mesas de trabajo locales la posibilidad que no permitir nuevamente desarrollarse el proceso, tal como ya sucedió en algunos puntos de Nahuatzen en 2018. El líder estatal del Movimiento Indígena Nacional, Abundio Marcos Prado, señaló en las regiones purépecha, náhuatl, Oriente y de la costa del estado se ha avanzado en el dialogo para establecer criterios que permitan garantizar el derecho de los ciudadanos de votar y ser votados. “Varias ciudades transcurrirán normal en las casillas, pero varias comunidades, hasta un 30 por ciento van a decir que no van a permitir la instalación de las mismas. Ahorita no dicen nada, el Consejo Supremo indígena dice que son 30 comunidades, pero no dicen bien cuáles. Aún es temprano para decir nombres de las poblaciones que no van a permitir la instalación de las casillas, que es algo que se ha dado desde años pasados”, explicó el activista en entrevista con La Voz de Michoacán. La última referencia de lo que implica una jornada electoral con comunidades indígenas inconformes fue apenas hace un par de años. Al cierre de campañas y menos de 3 días para la jornada electoral más importante de la historia de México, un total de 45 casillas electorales fueron dadas de baja en la Meseta Purépecha del Estado de Michoacán y se gestaron conflictos en comunidades en donde incluso, la camioneta de un partido político fue siniestrada en una de las comunidades y en la cabecera municipal de Nahuatzen un minoritario Consejo Ciudadano Indígena amenazó con “un baño de sangre” si no se bloqueaba el proceso, pese a que la mayoría de la comunidad quería votar. El Consejo Supremo Indígena de Michoacán ha referido que hay casi una veintena de comunidades que hasta el momento su postura es la de no participar en los comicios. Si bien no mencionan nombres, se destacan banderas como la intervención de las autoridades estatales en la comunidad de Arantepacua en 2017, situación que dejó al menos 4 comuneros muertos, además de la experiencia de la pasada elección. Asimismo, los pendientes con las comunidades indígenas, la desaparición de dependencias que les benefician y, sobre todo, la ausencia de programas estatales y municipales que se les prometieron en comicios anteriores, serían el principal combustible para impulsar a las comunidades que no permitieran la instalación de casillas. Durante los pasados fines de semana se ha continuado desarrollando reuniones entre autoridades comunales de la Meseta Purépecha para seguir discutiendo cual será la postura de cada población. Los temas recurrentes son los casos de represión y criminalización de las comunidades originarias; presupuesto directo, autodeterminación, autogobierno y autonomía, educación y comunidad, agresiones mujeres, visa y libertad; jóvenes y autonomía y en caso de ser necesario el tema de la participación política de las comunidades. El antecedente revela que son aproximadamente 11 comunidades en donde no se permitieron elecciones en el 2018, entre los que destacan Nahuatzen, san Benito Cocucho, Aranza, Pichátaro y San Felipe, mismas que si bien ya decidieron desde el proceso electoral pasado, para los siguientes días tendrían que ratificar su postura ante las asambleas comunales. En ese contexto, las comunidades se negaron a tener votaciones del ámbito municipal, no obstante, señalaron estar dispuestos a permitir casillas especiales en donde se pudiera emitir el voto en favor de candidatos a diputaciones locales, federales, senadurías y la propia Presidencia de la República a la cual incluso se comprometieron votos en favor del partido hegemónico. No obstante, en el papel fue diferente y no se le permitió el voto a gente de otras poblaciones donde no tenían casillas. Para este año aún no se han revelado si las comunidades apoyarán en su conjunto a un partido positivo o un proyecto en concreto en el tema de la gubernatura para el estado de Michoacán. Cuestionado sobre esa posibilidad, Marcos Prado manifestó que hasta el momento no existen condiciones para asentar una postura de esa naturaleza. Hay que destacar que los pueblos indígernas son un padrón importante; el Censo de Población y Vivienda 2010 registró en Michoacán 136 mil 608 personas de 5 y más años que hablan alguna lengua indígena, 14 mil 759 más que los registrados en el año 2000 (121 mil 849 personas), esto significa que actualmente 4 de cada 100 personas en dicho rango de edad habla alguna lengua indígena y están vinculados o pertenecen a los grupos originarios de Michoacán.