Agencias/La Voz de Michoacán. Tijuana, BC.- Autoridades municipales dieron a conocer que, en relación al ataque y muerte de un hombre junto con su hija, fue detenida la esposa de éste y madre de la menor quien la usaba como parapeto para el traslado de droga. El titular de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, Alberto Capella Ibarra, indicó que "los narcotraficantes usan a menores como escudo para disfrazar sus actividades ilícitas, sin importarles el daño, y en algunos casos hasta la muerte". En conferencia de prensa recordó que la víspera en la delegación Playas de Tijuana fueron muertos Víctor Manuel García Morales, alias "el Sargento", de 51 años, y su hija Vianey García, de nueve, quienes viajaban en una camioneta cuando fueron atacados. De inmediato los oficiales aseguraron a Silvia Patricia Anaya Santarrosa, esposa del hombre y madre de la menor muertos, así como a José Rodríguez Vázquez, de 39 años, y a Isaac Rafael Núñez Rodríguez, de 25. Asimismo fueron presentados ante el Ministerio Público del fuero común Francisco Ernesto Burgos Quintero, Joel Piedra Chitica, Anthony Brian Estrada y Marco Antonio Zambrano Anaya, de 42, 24, 20 y 21 años de edad, respectivamente. Señaló que los primeros detenidos están identificados como quienes trataron de huir del sitio de la agresión contra "el Sargento", su hija y un infante amigo de ésta, quien resultó herido en la boca al quedar sin control la unidad en la que viajaban y chocar contra un camión. El funcionario municipal agregó que después del ataque Silvia Anaya se introdujo en una casa y salió con una mochila y un bolso de mano con mil 274 dólares, 11 mil 150 pesos, una pistola escuadra, tres celulares, cinco bolsas con cristal y otra con 84 dosis de esa droga. De acuerdo con su declaración, poco antes ella había hablado con una persona a quien apodan "el Cero" para indicarle los puntos donde podrían atacar a su marido, Víctor Manuel, quien se dedicaba a la venta de cristal y trabajaba para el grupo delictivo Los Talibanes. Le dijo que había dos puntos adecuados para privar de la vida a su marido, que eran donde detendría la marcha del vehículo. El primero en la calle Nezahualcóyotl, sobre el tope de la avenida, y el segundo en la escuela de su hija. Añadió que para trasladar droga utilizaban como parapeto a su hija Vianey para no ser detenido por las autoridades, y que la droga que llevaba el día del crimen la recogió tres días antes en el estacionamiento de un centro comercial de la colonia El Rubí. Silvia Anaya agregó que su trabajo era cuidar el estupefaciente, administrar el dinero de la venta y depositarlo en instituciones bancarias, no obstante de que tenía problemas con su marido por hostigamiento moral y físico derivados del narcomenudeo. Además refirió que el dinero que portaba al momento de la detención se lo había entregado su marido la noche anterior para que lo depositara, y lo tomó para pagar la atención hospitalaria de su hija pues pensaba que sólo estaba herida. La mujer ofreció a los oficiales 100 mil pesos para que la dejaran en libertad, pues planeaba irse a Mazatlán, Sinaloa, sin importarle la situación de su descendiente, concluyó el secretario de Seguridad Pública municipal.