Redacción web / La Voz de Michoacán. Morelia.- Autoridades migratorias de los Estados Unidos concedieron la deportación internacional con fines de aprehensión de dos presuntos homicidas reclamados por la justicia michoacana; ambos ya se encuentran en reclusión preventiva a disposición de la autoridad jurisdiccional competente. El primero de los indiciados responde al nombre de Segundo P, quien se encuentra relacionado en el proceso penal número 125/2000 por el delito de homicidio calificado, en agravio de Andrés García Ambriz y coagraviados, radicado en el Juzgado de Primera Instancia en Materia Penal del distrito judicial de Los Reyes. De acuerdo con las constancias procesales, los hechos delictuosos se registraron en agosto del año 1998, en la ranchería denominada “Tierras Blancas”, del municipio de Turicato, donde el ahora deportado y algunos hermanos se enfrentaron a balazos con miembros de una familia antagónica; como resultado fallecieron Andrés García y otros agraviados. El tiroteo se originó a consecuencia de que días antes, un pariente de Segundo P fue privado de la vida y el homicidio se atribuyó a la familia García. Tras la venganza, los presuntos responsables se dieron a la fuga y algunos se internaron clandestinamente en Estados Unidos, donde finalmente fue localizado y detenido Segundo, quien quedó a disposición de las autoridades migratorias para ser deportado a nuestro país. La entrega del presunto homicida se efectuó en el cruce fronterizo de Brownsville, Texas, y Matamoros, Tamaulipas, a donde fueron comisionados elementos de la Sección de Aprehensiones de la Policía Ministerial para custodiar al detenido y ser entregado a la autoridad jurisdiccional competente, en la cabecera distrital judicial de Los Reyes. Por otra parte, el gobierno estadounidense entregó al prófugo José Osvaldo G, de 30 años de edad, quien fue requerido en el estado de Texas, en el cual radicaba después de que huyó de Michoacán, donde el 13 de septiembre del año 2004, dio muerte presuntamente a Juan Librado Sánchez Torres. Según los autos del proceso penal número 11/2004 del Juzgado Primero en Materia Penal de Los Reyes, el homicidio se registró en la vía pública de la población de San Francisco, del municipio de Peribán. Algunos testigos precisaron que el ahora occiso y José Osvaldo discutieron y riñeron bajo los efectos de bebidas alcohólicas; tras la pelea, el segundo de ellos recibió una navaja que le entregó un amigo y enseguida la descargó en repetidas ocasiones contra su oponente, quien para entonces se encontraba sobre el piso. Ahí falleció a causa de las heridas que sufrió en diferentes partes del cuerpo.