Roberto Huitrón / La Voz de Michoacán. La ciudad de Los Reyes, poco a poco retorna a la normalidad luego de los sucesos sangrientos del pasado lunes y más de 48 horas de temores, rumores, falsa alarmas y psicosis de un gran número de pobladores. El recuerdo de la sangre Agua color púrpura bajaba por las gradas del poniente del edificio municipal de Los Reyes, en la mañana del martes, la mancha rojiza atravesó la calle Galeana para bajar por la Juárez, este líquido era a consecuencia de los trabajos de limpieza que realizaban elementos de la Unidad Municipal de Protección Civil y Bomberos, que con mangueras y una moto bomba lavaban el pasillo Guerrero de la ciudad de Los Reyes, lugar en donde por lo menos fallecieron tres personas y cayeron lesionadas más de una decena de personas entre as cuales se encontraban algunos infantes. Desde el 1 de agosto de 1982 no se barría sangre indígena en este lugar, en aquella ocasión policías municipales del corrupto gobierno de Francisco Lunar Vargas (1990-1992), asesinaron a un comunero de San Lorenzo, municipio de Uruapan, lesionaron a decenas de ellos y encarcelaron a 19 más por el solo hecho de pedir la liberación de uno de sus compañeros a quien habían golpeado y encerrado en la cárcel por no haberse dejado extorsionar, cuando exigían su liberación fueron recibidos a balazos. Ahora como un recuerdo del salvajismo humano de que fueron objeto decenas de persona, al pié de las gradas que suben a la presidencia municipal de Los Reyes, un ramo de flores y tres velas encendidas que luego se multiplicaron, nos recuerdan que existen muchos seres humanos que con un homenajes como este hacen pensar que aún no todo está perdido.