El nuevo modelo policial que se implementará en Michoacán, tiene que ver no sólo con la seguridad, sino también con la dignidad del policía, que es un ser humano que está dando la vida por nosotros en su servicio y tenemos que reconocerle como tal, pronunció el gobernador Salvador Jara Guerrero. Al tomar protesta al nuevo secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Antonio Fadl Fortoul y en el marco de la quinta sesión extraordinaria de dicho organismo, el jefe del Ejecutivo estatal manifestó que para que las nuevas disposiciones en materia de seguridad funcionen conforme lo planeado, desde la ciudadanía debe realizarse un cambio profundo, pues queda claro que no hay corrupto sin un corruptor y quienes mejor podemos extirpar este cáncer, somos los ciudadanos al evitar corromper. “Por cada funcionario corrupto hay decenas y hasta cientos de ciudadanos que contribuimos para que se corrompa; entonces el papel que tenemos como ciudadanos es muy importante, pues quienes mejor podemos ayudar a extirpar este cáncer de la corrupción somos todos, no sólo el funcionario que no debe corromperse, sino el ciudadano que no debe corromper a nadie”, recalcó. Jara Guerrero felicitó la incorporación de Antonio Fadl a este Consejo, quien dijo, es uno de los policías investigadores más capacitados del país y ha estado en Israel, Estados Unidos, Colombia y España, profesionalizándose, por lo que no dudó en que el papel que desempeñará como secretario ejecutivo, brindará grandes aportaciones a la institución. Respecto al Consejo, el mandatario estatal mencionó que tiene que recuperarse la esencia de los objetivos con los que fue creado, que se establezcan con la participación de todos sus integrantes, políticas de largo plazo que tengan resultados medibles. En esta sesión extraordinaria, el comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, expuso a los presidentes municipales asistentes, las características del Mando Unificado, mediante el cual el Gobierno del Estado asume toda la responsabilidad administrativa de la Fuerza Ciudadana y Fuerza Rural, cuyos perfiles deben ser avalados por la propia sociedad, calificados y certificados por las instituciones competentes, sobre todo, que dignifican la labor del policía al homogenizar los salarios y brindar mayores oportunidades de vida a las familias de los elementos de seguridad.