Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Más de 31 golpes contundentes recibió Jessica González Villaseñor, la joven de 22 años que fue asesinada en Morelia en septiembre de 2020, de acuerdo con el testimonio del médico encargado de realizar la autopsia, durante audiencia para el desahogo de pruebas realizada el martes en la capital michoacana y en la cual estuvo presente Diego Urik M, por primera vez desde que fue imputado por femicidio. “Más de 31 golpes, fueron en la zona de la cabeza, también en el cuello, además del pecho al abdomen, en la cadera y también golpes en los muslos internos, el perito describió todo, como encontró los golpes, así dictaminó que había sido una muerte cruel, por la cantidad de golpes”, señaló el hermano de Jessica, Cristo Gónzález Villaseñor, tras la audiencia celebrada en la sala número 10 de la sede del Supremo Tribunal de Justicia, en Morelia. El perito médico forense que participó en la necropsia médico-legal confirmó que había presencia de sangre en toda la corteza cerebral, golpes en la cabeza, traumatismo frontal, en los ojos, mejillas y boca, “estaba policontundida, las heridas fueron antemortem, con la intención de quebrantarla”, dijo ante el juez. De más de 100 fotografías, un total de 19 fueron seleccionadas y presentadas como evidencia de las causas de la muerte de la profesionista, a pesar de que los abogados de Diego alegaron que no hubo rigor científico en la toma y procesamiento de los datos y las pruebas periciales. Durante más de dos horas, el médico responsable de la necropsia detalló las condiciones en que fueron encontrados sus restos el 25 de septiembre de 2020, una semana después de que Jessica fue reportada como desaparecida. El cuerpo había sido abandonado en el Fraccionamiento Monarca en Morelia, en la zona sur de Morelia, portando únicamente un suéter café, un sostén negro y un reloj de manecillas. “Tenemos un sistema judicial que protege a machos feminicidas con la bandera de cuidar sus derechos humanos, pero, ¿merece libertad un hombre que asesinó a golpes una mujer hasta gritarle brutalmente la vida?”, lamentó Cristo González Villaseñor, hermano de la víctima. Acusó que el sistema de justicia, las leyes, los jueces y la Fiscalía General del Estado de Michoacán permiten que los feminicidas queden libres, impunes y estén en libertad. “Para ellos eso es justicia”, reclamó. “Y pensar que probablemente el “feminicida de Altozano” pueda que no reciba ni un año de cárcel por cada uno de esos brutales golpes”.