“Hoy les ha nacido el Salvador, hoy nos ha nacido un Salvador. Es por nosotros, por mí, por ti, por cada uno por lo que Cristo nuestro Señor quiso entregarse; se nos ha dado un hijo, un niño”, enfatizó Alberto Cardenal Suárez Inda durante la misa de Gallo, en la víspera de la Navidad. Una majestuosa Catedral abarrotada de feligreses, Monseñor refirió que todos experimentamos la miseria, no solo en el aspecto material que muchas veces llega a conmover, pero que genera situaciones al límite de tristeza, en el error, el mal y en el pecado que se convierte en la miseria “más grande que puede padecer una persona en este mundo”. Por lo que resaltó que el pecado significa “alejamiento de Dios, esclavitud y vivir de alguna manera prisioneros de la red que nos hace pesimistas”, pero ante la miseria humana destacó que está la Misericordia de Dios. “La Misericordia de un padre que nos ha dado a su hijo como Salvador”, dijo al comentar que nuestro Padre nos amó, nos dio y envió a su hijo como muestra de esperanza y alegría para encontrar la fuerza necesaria y vencer todo mal. “De salir de la oscuridad de las tinieblas, de la mentira y del pecado”. Con esto, enfatizó que este año de la Misericordia se debe meditar, considerar y valorar el verdadero significado del Nacimiento de Jesús, toda vez que no es sólo un acontecimiento o un hecho del pasado de la historia, sino que se actualiza través de cada día de la vida. “Hoy nos ha nacido Jesús, en Belén, como salvador”. Para más información consulte la edición impresa de este 26 de diciembre