Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Ataques con artefactos explosivos a cinco vehículos, entre ellos tres patrullas estatales, fue el saldo de un violento viernes en Morelia. En dos convoyes, uno en motocicletas y otro más en un par de vehículos, los maleantes se movieron por la zona norte de la ciudad, sembrando terror. Hasta ahora, no se tiene el reporte de ninguna persona detenida a pesar de los despliegues policiales, apoyados por las cámaras de seguridad que permitieron identificar el modus operandi de los sujetos que hasta ahora, oficialmente, no están vinculados con ninguna banda delincuencial. El primer reporte llegó a los servicios de emergencia poco después de las dos de la tarde en la salida a Salamanca, a la altura de la colonia La Soledad. Ahí una camioneta Jeep Patriot, de la Dirección de Tránsito y Movilidad, fue atacada con bombas caceras, mismas que alcanzaron a incendiar el interior de la unidad. De por sí esa zona está asfixiada por el tráfico, el hecho colapsó la avenida lateral en donde quedó la unidad policial. Ninguna persona resultó lesionada. Minutos más tarde, sobre la avenida Torreón Nuevo se reportó otro ataque a otra unidad estatal. Foto: La Voz de Michoacán. Después, cerca del Cuartel Valladolid se registró otro ataque; los elementos que cubrían su turno no tenían mayor información, aunque estaba confirmada la agresión. Una de esas unidades, semicalcinada, fue parte del operativo de búsqueda de los criminales, quienes se movían tanto en motocicleta como en dos vehículos, uno de ellos de la marca Volkswagen, color blanco. Las cámaras de seguridad ayudaron a identificar el modus operandi de los sujetos, quienes no portaban armas de fuego a simple vista y no traían rostros cubiertos o con insignias de grupos criminales. La jornada violenta comenzó a tomar otras dimensiones cuando un vehículo Tsuru fue incendiado a una cuadra de la calzada de Las Tarascas, a metros de Revillagigedo. De acuerdo con testimonios de vecinos, sujetos desconocidos dejaron abandonada la unidad sobre la calle Luis de Velasco, que conduce hacia la salida a Charo, a la altura de la gasolinera Poza Rica. La unidad se estampó a una de las viviendas y fue incendiada. La explosión despertó el pánico entre los habitantes de la zona. El fuego alcanzó la fachada de la propiedad. Las cámaras de seguridad grabaron la movilización. Bomberos sofocaron el fuego. De las cinco unidades atacadas, fue la única que quedó prácticamente hecha ceniza. Más tarde, casi de inmediato, en la colonia Industrial, sobre la calle Riva Palacio, una unidad repartidora de frituras también fue incendiada en todo su interior con una bomba hechiza. El hecho ocurrió a media cuadra de la avenida Nocupétaro. De acuerdo con los testimonios, el repartidor descendió de la unidad para surtir un establecimiento, cuando de pronto escuchó una explosión. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que varios sujetos descendieron de dos coches, se acercaron a la camioneta y lanzaron un artefacto explosivo. El interior de la cabina prácticamente quedó destruido. El chofer por fortuna no sufrió ningún daño, excepto el susto y la pérdida de algunas pertenencias. En todos los hechos acudieron elementos de la Policía Morelia, así como elementos de la Secretaría de Seguridad Pública. Participó también el agrupamiento Tigre. Si bien este hecho ocurre de manera paralela a lo que se registró en la Tierra Caliente, ninguna autoridad ha vinculado estos dos hechos criminales. La amenaza que circuló en redes sociales sí señalaba incursiones de este tipo en todo el estado. Los elementos policiales se mantuvieron en estado de alerta, y algunos establecimientos optaron por redoblar medidas de seguridad ante la amenaza de ataques, además de que había temor después de que en Apatzingán cumplieron la amenaza de quemar comercios. De estos hechos, tampoco se tienen personas detenidas. La Secretaría de Seguridad Pública anunció el reforzamiento de las acciones preventivas en distintos puntos de la ciudad, por lo cual se intensificaron los patrullajes y se instalaron puntos de revisión itinerantes.