Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Se encienden los focos rojos entre los límites de Morelia y Tarímbaro por violencia y la operación de cárteles del crimen organizado. Un fuerte enfrentamiento entre fuerzas policiales y delincuentes derivó en una balacera que se prolongó por casi una hora en el fraccionamiento de Misión del Valle; se trata del segundo ataque a agentes ministeriales en la zona en sólo una semana ante el aumento de la violencia y denuncias de presencia de grupos delictivos. Dos elementos de la Fiscalía General de Michoacán (FGE) caídos en combate, siete presuntos gatilleros detenidos y miles de colonos víctimas del terror, fue el saldo del violento enfrentamiento. De acuerdo con los primeros reportes, los criminales pertenecen a una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación, grupo que estaría detrás de los hechos violentos perpetrados en esta zona los últimos días y que confirma una importante presencia en la capital michoacana y área conurbada. La pugna entre grupos delictivos por el huachicoleo y otras actividades ilícitas han sido señaladas como el combustible para la condición de crisis de inseguridad que atraviesa la zona norte del municipio de Morelia, que colinda con Tarímbaro y en donde varios fraccionamientos funcionan como guaridas de grupos criminales que se aprovechan del abandono de viviendas y el temor que han infundido en la población. Fue en punto de las 3:50 de la tarde del martes cuando se dio a conocer el tiroteo en el fraccionamiento enclavado entre los límites de ambas demarcaciones. Rápidamente, un fuerte operativo se destacamentó en la zona colindante con un cuartel de la Guardia Nacional. La Voz de Michoacán se trasladó también al lugar de los hechos. Sin detalles oficiales sobre las causas del enfrentamiento, un grupo de hombres armados abrieron fuego contra elementos de la Fiscalía estatal, quienes se encontraban realizando una diligencia en esta zona, y les provocaron la muerte a dos de ellos: los agentes Yonathan Jorge Pineda Guzmán y Edgar Eduardo Delgado Bedolla. Tras los hechos, los delincuentes se parapetaron en un domicilio en dónde abrieron fuego contra el operativo de respuesta de las fuerzas del orden. El tiroteo se prolongó por más de 50 minutos. Durante este tiempo, las ráfagas de ametralladoras, armas cortas e incluso la detonación de al menos una granada de fragmentación cimbraron el suelo del Misión del Valle. Helicópteros artillados también comenzaron a recorrer la zona para no dejar resquicio de escape a los agresores; todo se pudo escuchar a kilómetros de distancia, de la mano con los cortes viales para evitar que civiles se acercaran a la refriega y se pusieran en riesgo. Agentes, caídos en el deber En cuestión de minutos, los comercios cerraron sus puertas y los colonos se guarecieron en sus viviendas ante la intensidad de la balacera que recordó por momentos a los videos del Culiacanazo, en el norte del país. Según los testimonios recabados en el sitio y en las redes sociales, cada vez es más común ver la presencia de hombres armados en estos fraccionamientos, lo que ha llevado a una situación de zozobra entre los vecinos. Los elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, Policía Morelia, Fiscalía General de Michoacán y otras corporaciones arribaron a la zona del enfrentamiento que se expandió por al menos un kilómetro a la redonda. Se trataba del segundo gran operativo de persecución similar en los últimos días, después del ataque a agentes de la FGE en la zona norte de Morelia que llevó a una persecución hasta el fraccionamiento Punta Floresta con un gran despliegue de personal de seguridad. Luego de 30 minuto de balacera, arribó un tercer helicóptero a la escena del enfrentamiento, punto en que el enfrentamiento alcanzó su punto más álgido en cuanto a las detonaciones de armas largas. Pocos minutos después de las 5:10 de la tarde, el intenso tiroteo finalmente paró y comenzó el movimiento de unidades que aparentemente resguardaron a los elementos heridos, fallecidos y los gatilleros que fueron detenidos por parte de las fuerzas armadas. Tras el fin del fuego cruzado, La Voz de Michoacán se pudo acercar a la zona del enfrentamiento. Una vivienda frente a las canchas de basquetbol de la segunda etapa de Misión del Valle quedó prácticamente destrozada en la fachada. Las instalaciones deportivas y las áreas comunes quedaron repletas de casquillos percutidos. No obstante, el operativo continuó en calles aledañas, en donde los elementos de la Guardia Civil ingresaron al menos a 4 domicilios en los cuales se presumía que se encontraban resguardados más gatilleros de la misma célula delincuencial. Detuvieron en primera instancia a dos personas, para luego reportar otras cuatro personas detenidas presuntamente ligadas con los hechos delictivos ya narrados. Entre las dificultades operativas para el despliegue de los elementos trascendió que gran parte de las viviendas abandonadas en el fraccionamiento siguen sirviendo como “madrigueras” para los grupos delincuenciales, que las usan para guarecerse tras delinquir, como casas se seguridad, para los secuestros, venta de drogas y otros usos delictivos. Las pérdidas para la Fiscalía fueron elevadas. A través de sus canales oficiales, la FGE lamentó los decesos de Yonathan Jorge Pineda Guzmán y de Edgar Eduardo Delgado Bedolla, elementos que cayeron en el cumplimiento del deber en el fraccionamiento. Según el parte oficial de la FGE, el personal de policía en labores de investigación fue agredido con disparos de arma de fuego, asesinando los malhechores a dos elementos. En total fueron 7 detenidos, así como una cantidad aún no especificada de armas incautadas a la que se presume es una poderosa célula delincuencial que opera en la zona. Por parte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Michoacán en redes sociales se compartió “los expertos de la FGE se encargaron de las actuaciones respectivas y del seguimiento de las investigaciones derivadas de este operativo, en el que fueron detenidos presuntos delincuentes en posesión de armas de fuego”. Agrega: “Será esta institución la que brinde el parte oficial de lo acontecido. La SSP exhorta a la ciudadanía a denunciar cualquier ilícito al número telefónico 089, a donde también pueden aportar información de manera anónima sobre la situación ocurrida en el lugar”. Ciudad, en la mira del huachicol y la violencia El robo de combustible como móvil para el crimen organizado ha sido advertido como uno de los principales focos rojos para la zona norte del estado de Michoacán, en particular el área conurbada de la ciudad de Morelia. Luego de que dos elementos de la policía Morelia resultaron heridos a balazos en un camino que conduce a Chiquimitío durante la semana pasada, los tres órdenes de gobierno acordaron acciones de patrullaje, supervisión y reacción por el riesgo de más atentados. Se presume que los gatilleros esperaban un operativo en la zona por lo que reaccionaron con disparos en contra de la corporación. “Es una zona que tiene, y hay que decirlo, la presencia de huachicol y de hidrocarburos ilícitos y tenemos que estar muy atentos”, destacó la semana pasada el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla. La zona que comprende de los municipios de Tarímbaro, Cuitzeo, Huandacareo, Copándaro y la zona norte de Morelia, han registrado condiciones de violencia por los enfrentamientos, multihomicidios, extorsión y otros delitos relacionados a los grupos delictivos. A esto se suman otros hechos recientes de violencia en Morelia: el incendio de tres bares en la zona de Altozano la madrugada del 11 de marzo, así como el reciente ataque a balazos a un grupo de maestros de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) en un café aledaño al complejo educativo. En fechas pasadas también se han señalado presencia de hombres armados, amenazas de toques de queda y vehículos incendiados en la zona limítrofe de Tarímbaro y la ciudad capital. Misión del Valle, gran foco rojo Desde hace más de 5 años La Voz de Michoacán documentó las condiciones en las que se encuentra el fraccionamiento Misión del Valle, con una población de poco más de 15 mil habitantes. Abandono de cientos de viviendas debido a la delincuencia, la presencia de traficantes, narcomenudeo y descomposición del tejido social fueron advertidos por esta casa editorial. Desde el 2018, colonos denunciaron la presencia de grupos delictivos, mismos que aprovechaban las casas que propietarios cansados de la delincuencia habían abandonado. Con el paso de los años la situación incluso se normalizó. Ya nadie cuestiona las más de mil casas, mismas que incluso sellaron con tabique y concreto en puertas y ventanas después de que fueron invadidas por delincuentes. El hartazgo fue la principal causa por la que las familias prefirieron perder su patrimonio. Los constantes robos de sus viviendas, el acoso de los grupos delincuenciales, los extensos tiempos de traslado desde los centros de trabajo al hogar y los costos expulsaron a casi una cuarta parte del fraccionamiento. El abandono no es solamente por parte de los colonos. Tanto las vialidades, como las áreas verdes, servicios como el agua, el alumbrado público y otras obligaciones del gobierno, han sido dejados de atender flagrantemente. En su lugar, auténticas “fallas geológicas” han inhabilitado por completo la carpeta asfáltica del mencionado.