Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Hasta 25 por ciento de los presos que egresan de los penales de Michoacán reincide en algún tipo de delito, la reinserción social de las personas privadas de la libertad sigue representando el principal reto para la coordinación estatal de Centros Penitenciarios. En la inauguración de los tres murales más grandes de todo el país, Javier Ayala, coordinador de Reinserción Social en el estado, señaló actualmente se trabaja para graficar la reinserción de quienes egresan de las prisiones estatales, en tanto que los datos preliminares arrojan que hasta una cuarta parte de la población de los Ceresos reincidirá en algún acto delictivo al salir. Para este 2020 son más de 5 mil 200 internos en las diferentes prisiones, de los cuales más de mil están privados de la libertad por delitos de alto impacto, explícitamente el secuestro. Foto: Jaime Lagunas. Hasta este año, no existen siquiera estadísticas certeras de cuántas personas de las que ingresan a las prisiones logran reinsertarse en la sociedad tanto económica como socialmente. “El tema de la reincidencia nos impacta en la cifra. Estamos cruzando qué personas son reincidentes de quiebres o multihomicidios. Hay hasta 25 por ciento de reincidencia. En todo el estado tenemos 5 mil 235; únicamente de secuestro por alto impacto tenemos mil 158”, explicó el funcionario estatal. Dan paso al arte El Penal de Delitos de Alto Impacto de Michoacán inauguró los tres murales más grandes de todo el país. Artistas mexicanos y 29 internos colaboraron en últimas semanas para detallar las obras monumentales que dotaron de color los patios de actividades del penal. La libertad, la conducta, la familia y la religión son los principales elementos de los tres murales que detallaron los internos. Para ello, fueron necesarios días de trabajo en la que los presos dejaron ver sus habilidades artísticas. Israel Guerra Romero conocido en el mundo artístico como “Spaik”, es autor del mural “Puedes Volver a Volar", en el que detalló, tuvo que realizar entrevistas con los internos para inspirarse en la obra que quedó plasmada para la posteridad en el penal. En prácticamente todas las historias que los artistas escucharon, reconocieron el esfuerzo y las intenciones de las personas privadas de la libertad para salir adelante. Antonio Triana, fue el autor del Mural titulado "Estado Mental", mientras que Said Dokins dirigió la elaboración del mural "Memoria Cabeza". En presencia de autoridades michoacanas, los tres artistas evidenciaron el talento de los internos que participaron en el proyecto. Los tres megamurales cuentan con representaciones referentes al acto de delinquir, a la familia y a obtener una segunda oportunidad de regresar a la sociedad. En voz del coordinador de Reinserción Social, Héctor Ayala, el objetivo en torno a mejorar las actividades artísticas de los internos se logró con la actividad que además de la participación directa de 29 internos, logró que otro tanto se sumara a romper el récord de los murales penitenciarios más grandes del país. Descartan autogobiernos en los penales Cuestionado por medios locales respecto a la disciplina o problemas de gobernabilidad, el funcionario aseguró que desde la entrada y hasta la salida, se tiene el control de todas las personas privadas de la libertad en los 11 centros penitenciarios de la entidad. No obstante, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) ha manifestado en diferentes ocasiones su preocupación en torno a la violencia y a la falta de capacidades para reinsertar a los ciudadanos privados de la libertad a la sociedad. “En Michoacán no hay autogobiernos, se denomina así cuando tienen el control del penal y ustedes pasaron fluidamente. Tenemos seguridad y podremos descargar todos esos temas”, manifestó. La situación ha llegado al grado de que autoridades estatales han calificado a las cárceles estatales y federales como auténticas “universidades del crimen”, desde donde se planean, ejecutan y desarrollan diferentes actividades delincuenciales. Los datos de años pasados refieren incluso las fallas en la materia de generar condiciones, talleres, desarrollo académico y otras actividades. Actualmente, el sistema de Readaptación Social logra apenas una décima parte de su objetivo, solo el 10 por ciento de los internos, logran egresar del penal estatal y reintegrarse a la sociedad en una actividad productiva. Recientemente, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos advirtió la constante falta de mecanismos de reinserción en las cárceles michoacanas, tales como la impartición de esquemas educativos, atención psicológica, oficios y otras actividades. En la mayoría de los ceresos estatales, los programas para reinsertar en proyectos productivos a los ciudadanos privados de la libertad han quedado a deber, según informan los organismos de derechos humanos. Los ceresos mixtos, en donde permanecen mujeres, han llamado la atención de las autoridades debido a la falta de separación de espacios propios para la mujer, sobre todo cuando muchas de ellas tienen a sus hijos pequeños, menores de 4 años en la condena. Al menos el 40 por ciento de los presos son jóvenes de entre 18 y 30 años, por lo que, a decir de las autoridades, es necesario reestructurar el esquema de prisiones y dejen de ser consideradas como escuelas del crimen. La recomendación de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos al gobierno del estado refiere a que se revisen los protocolos de seguridad, disciplina y, especialmente, que se revise que no exista la colusión entre las distintas autoridades. El Diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria de Michoacán que realiza la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) cada año, presentó un descenso en su apreciación global en su última evaluación. Con una calificación de 8.06 en 2017 respecto al 8.40 que obtuvo bajo el mismo proceso de evaluación del año 2016. Desde el año 2017, al menos 4 Centros penitenciarios han cerrado sus puertas en Michoacán. Uno de ellos, y el más significativo, fue el Centro de Readaptación Social, Francisco J. Múgica, cuyos presos fueron trasladados al David Franco Rodríguez.