Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Xitlali habría sido agredida adentro de la casa de su suegra. Ahí, la Fiscalía encontró sangre y otros indicios. Su cuerpo fue envuelto en tres sábanas y metido en un par de bolsas de basura y dejado en una terracería de Valle de Santiago, en Guanajuato en donde fue encontrado tres días después de que desapareció. La ruta criminal que ubicó el ministerio público permitió identificar que Estephani “N” y Laura “N” habrían participado en el homicidio de la enfermera. Sus celulares estuvieron el 30 de septiembre después de las 17 horas en la zona en donde fue encontrado el cuerpo. El juez liberó la orden de aprehensión en contra de las dos investigadas, la primera de ellas sobrina de la pareja de la profesionista. Ayer mismo fueron requeridas e internadas en el penal de Mil Cumbres. Por la tarde, en la audiencia, se ratificó que el 30 de septiembre Xitlali salió de su casa ubicada, a fin de reunirse en un restaurante con las dos mujeres. Los peritajes hechos a las cámaras confirmaron que, al salir de ese lugar, las tres viajaron juntas hacia el domicilio de la mamá de su esposo, en donde la habrían agredido hasta causarle la muerte, narró la Fiscalía. La casa ubicada en el fraccionamiento Camelinas fue el último lugar en donde se reportó señal de vida. Ella se comunicó con su esposo para avisarle que se dirigía a ese lugar. Estephani “N” dijo que al salir del restaurante ella tomó un destino distinto. El motivo de la reunión era para acordar con Laura “N” la renta de una casa, y se haría la negociación que cobraría vigencia a partir de otro día. Se darían 12 mil pesos de renta y el depósito. Después de eso, Xitlali acudiría al OOAPAS a poner al corriente los pagos, pero no ocurrió. Los minutos pasaron y su familia ya no pudo contactarla. El cuerpo de Xitlali, según la necropsia, presentaba múltiples golpes en el rostro y en la cabeza, así como escoriaciones. El dictamen arrojó que un más de una persona participó en el homicidio. Inicialmente Estephani “N” fue interrogada en calidad de testigo, pues fue una de las últimas personas con las que se reunió, sin embargo, más tarde, las investigaciones la implicaron. El esposo detectó que su sobrina presentaba algunas lesiones en sus manos. El cuerpo de la profesionista tenía en sus uñas rastros de cabello. Él conoció a la enfermera hace cinco años y desde entonces comenzaron una relación. Según los relatos del hijo de ella, gozaban de una buena relación, sin embargo, la madre de la profesionista admitió que en la familia de su yerno “no la querían”. Una de las amigas de la víctima compartió que la relación con sus hijastros no era buena. A la profesionista la describió como una persona responsable. Con ella trabajó en una clínica y la última vez que tuvieron contacto fue una noche antes de su muerte. Después de que la familia se percató de la desaparición de Xitlali, aparentemente ésta le envió un mensaje a su esposo en donde le informaba que lo había dejado y que ya no la buscaran, sin embargo, para ese entonces ella ya estaba muerta. Alguien más lo hizo, dedujo la Fiscalía, misma que captó el primero de octubre la denuncia interpuesta por una media hermana, partiendo inicialmente de una desaparición; más tarde, por homicidio. El ministerio público requirió de información de la telefonía celular y fue ahí donde confirmaron las sospechas y se fue consolidando su investigación. Durante la audiencia, las fiscales litigantes informaron que al realizar peritajes en los movimientos de los teléfonos y en la geolocalización de las investigadas permitieron deducir que ambas se encontraban en una zona cercana a Valle de Santiago, en donde la Fiscalía encontró el cuerpo. El vehículo en el que viajaba la enfermera fue encontrado en Cuitzeo. La ruta criminal partió de Morelia, Tarímbaro, Cuitzeo y Guanajuato y quedó registrado también en las “sábanas de los teléfonos”. La sangre de una mujer, aparte de Xitlali, fue un indicio hallado en el vehículo que encontraron abandonado en Cuitzeo, informó la instancia. El delito que se les imputa es homicidio calificado y la pena que se les aplicaría, en caso de que se les halle responsables, sería de hasta 50 años de prisión. A petición de las indiciadas, se decretó un receso de 144 horas y se espera que la audiencia continúe el 11 de octubre en las salas del Poder Judicial. Por la tarde, el fiscal general Adrián López Solís adelantó que las investigadas subieron a la víctima al vehículo de ésta y la trasladaron al municipio de Valle de Santiago, lugar donde abandonaron el cuerpo; y el vehículo fue localizado al día siguiente en el municipio de Cuitzeo.