Bruselas. América Latina necesita invertir conjuntamente en tecnología e innovación para frenar la pérdida de cerebros, mejorar la productividad y poder diversificar su matriz productiva, sostiene la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La baja productividad en la región “tiene una conexión muy directa con la poca innovación y tecnología” de la que dispone, afirmó la secretaria general de la agencia dependiente de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, en entrevista exclusiva con Notimex, durante su paso por Bruselas, la pasada semana. Los países latinoamericanos destinan a investigación y desarrollo el equivalente a menos del 1.0 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) combinado y tienen un total de 2.0 por ciento de patentes efectivamente registradas. "Es muy, muy bajo cuando comparamos con países que sí lograron avanzar tecnológicamente. China tiene hoy un 38 por ciento de patentes registradas", remarcó Bárcena. La secretaria general acredita que la solución del problema pasa por la creación de un “fondo regional de tecnología e innovación” que “ayude a financiar patentes propias de la región o la importación de tecnologías que sean útiles para América Latina”. Se necesita, asimismo, una mayor inversión en desarrollo “no sólo de parte del sector público, sino del privado”, así como la “creación de sinergias” entre ambos en ámbitos específicos, como el farmacéutico, el bioquímico y el genético, que se pueden apoyar en la biodiversidad abundante de la región latinoamericana. "Ese es un buen terreno de acción", defendió Bárcena, quien consideró que los gobiernos latinoamericanos también deberían tomar medidas para “garantizar y acelerar la conectividad digital” de todos los países, con vistas a crear un “un mercado único digital”. Ello permitiría “mejorar la capacidad tecnológica de la región, porque tendríamos una banda ancha de mejor calidad” en todo el territorio, indicó. "Creo que existen buenas condiciones para hacerlo. Hay un sector privado interesado. Lo que hay que vencer son algunas barreras regulatorias y de precios, pero hay un buen camino para lograrlo", afirmó Mientras, la líder de la Cepal recomendó que los gobiernos latinoamericanos desarrollen proyectos en la región chilena de Paranal, donde desde 1963 un consorcio de 15 países opera el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), que conduce importantes investigaciones aeroespaciales. "Ya de por sí ese local está conectado. Allí se puede crear una especie de Sillicon Valley latinoamericano", sugirió, en referencia a la región estadunidense que se ha convertido en la cuna de las empresas tecnológicas, en California. Para Bárcena, dichas medidas son esenciales para “crear condiciones que traigan de regreso (a los países latinoamericanos) a los jóvenes que se han formado en los centros de tecnología (europeos o estadunidenses) y que muchas veces no regresan porque no hay oportunidades de seguir avanzando” en sus países de origen. "Y también porque nuestra región está muy ubicada en la producción de bienes primarios. Eso hace una especie de lock in (encierre) y no te permite ir a otros sectores más sofisticados de producción y de tecnología. Tenemos que cambiar la matriz productiva, asociar la capacidad tecnológica y de conocimiento", dijo. La ejecutiva señaló, por otra parte, la importancia de disponer en Latinoamerica de fuertes instituciones para que los países de la región tengan capacidad para absorber las ayudas tecnológicas que reciben de la Unión Europea (UE). "Si la Comisión Europea (CE) llega y no se encuentra con una institucionalidad que pueda realmente organizar esto, los esfuerzos se pueden disipar. Por eso es importante fortalecer las instituciones e identificar los sectores con mayor potencial e interés", argumentó. "La industria automotriz es un caso exitoso de sector que ha creado capacidades de innovación tecnológica muy propias en Latinoamérica", concluyó.