Julio Ceniceros/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El “Número Dunbar", es un término que alude a la cantidad de "relaciones humanas significativas" que el cerebro humano es capaz de procesar a la vez. Así sabemos que el número de vínculos que una persona promedio puede sostener, de manera eficiente, es 150. Para entablar relaciones profundas la cifra disminuye considerablemente; sólo tenemos capacidad de estrechar lazos íntimos con apenas 5 personas y la mayoría de los adultos sólo tiene 2 mejores amigos. Dunbar no tuvo en cuenta la explosión de las redes sociales, ni las usa en la actualidad, pero admite que la tecnología podría aumentar nuestra capacidad de memoria y elevar el número de amigos que se puede tener al mismo tiempo. Son cifras promedio que surgen tras estudios científicos, y que nos demuestran que existe cierto límite para poder atender y sostener de manera óptima una relación humana. El dato resulta curioso actualmente, cuando todos presumen de tener millones de amigos gracias a las redes sociales. Las mal llamadas “amistades” virtuales deberían ser catalogadas simplemente como contactos o seguidores, señalan algunos expertos, aunque otros menos conservadores las defienden comparándolas con aquella amistades que se forjaban por cartas, a través de correo, cuando no existían las redes sociales. Eso sí, todos concuerdan que, para que una amistad suceda no es tan fácil como dar un clic. “Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud” es una sabia cita de Aristóteles. A quién llamamos amigo El “Número Dumbar” nació en 1992 y se llama así porque es el resultado de las investigaciones del antropólogo Robin Dunbar, actual director del Instituto de Antropología Cognitiva y Evolutiva de la Universidad de Oxford, Inglaterra. Curiosamente es él mismo el principal asesor y fuente para los programadores de redes sociales en Silicon Valley gracias a sus hallazgos. Al parecer la amistad de hoy es muy diferente a la de antes, cuando un amigo era una persona a quien conocías en persona, con la cual tenías historias compartidas y diferentes grados de confianza e intimidad. Pero Facebook de pronto lanza el concepto de “amigos”, cuando (según coinciden los expertos) el término adecuado debería ser simplemente seguidores, contactos o fans. Desvirtuando el término, ahora llamamos "amigos" a esas personas que quieren conectarse contigo a través de una plataforma virtual. Esta red no distingue entre lo que la mayoría considera "amigo" y un simple "conocido". Así, hoy un amigo puede ser, incluso, una persona con la que jamás se ha estado frente a frente en persona. Alguien a quien nunca hemos visto más allá de las fotos que sube a la red (y que, suponemos, son suyas). Llamamos amigo incluso a un personaje anónimo, escondido bajo un seudónimo. ELationships, relaciones electrónicas El fenómeno de las amistades a través de internet se conoce en el mundo techie con el término de: eLationships (nombre que viene de electronic relationships, relaciones electrónicas). Este tipo de relaciones permite que los extraños, en el siglo XXI, también puedan ser amigos, con diferentes niveles de cercanía y complicidad. Según investigaciones recientes (Cassandra Report / Deep Focus), se trata de un fenómeno en alza. La gente está teniendo cada vez más amigos virtuales completamente desconocidos para ellos en la vida real. El grado de cercanía y confianza que puede alcanzarse en estas amistades virtuales es variable. Es común que el vínculo surja en torno a algún tema de interés común (un videojuego, un deporte, un hobbie, el cine, la música) y aunque a veces surgen ganas por conocerse personalmente, en muchas ocasiones ni siquiera existe el interés real de forjar una amistad real. Cuidado con las amistadas falsas No hay duda de que estamos ante un nuevo tipo de relaciones humanas. Pero estas relaciones son distintas. Lo que se construye a partir de lo virtual no siempre funciona al llegar a la vida real. La tecnología no lleva necesariamente a que conozcas al otro, porque a veces este otro puede crear una personalidad absolutamente ficticia. Sí, es verdad que tenemos más relaciones por Internet, pero también más superficiales. Y es que en un encuentro virtual tenemos tiempo para pensar y responder a las preguntas, cambiar frases, ocultar información. Además podemos ocultar rasgos que nos desagradan o nos avergüenza, tics, sonidos raros al hablar, ponernos rojos o sudar… En Internet no sabes que es cierto y que no. Tú puedes hacerte pasar por quien quieras pero los demás también. Otro fenómeno que está siendo desencadenado por las redes sociales es la amistad “performance”, es decir amistades que solo se tienen para aparentar una imagen, como una actuación en la que las amistades son el público. La vida se proyecta en las redes sociales solo para ser evaluada, comentada por otros, sin más profundidad, como una mera necesidad de aprobación. ¿Cuántos amigos tienes? Muchos presumen tener cientos de amigos en la red sólo porque su solicitud de amistad fue aceptada, hablan de vez en cuando y miran sus fotos de perfil. Y es que, hoy en día también parecer ser más importante la cantidad, más que la calidad. Presumir miles de “amigos” en las redes sociales es lo “in”, señal de popularidad. Se compite por ver quién tiene más amigos. Lo preocupante es la disociación; cuando el resultado te muestra gente que en realidad es muy solitaria y retraída, de pocos amigos, que construyen una personalidad virtual muy opuesta a su realidad.