Un equipo internacional de astrónomos encabezados por científicos de Yale y de la Universidad California descubrieron una galaxia “extraordinariamente luminosa”, como la califican, y situada a una distancia de más de 13 mil millones de años luz. En un comunicado, la NASA detalló que la distancia de esta galaxia se determinó al utilizar datos combinados de los telescopios espaciales Hubble y Spitzer, así como uno de los dos grandes telescopios Keck, ubicados en Mauna Kea, Hawai. Agregó que estas observaciones confirman que esta galaxia, que existía desde hace unos 100 millones de años, es la más distante que se mide en la actualidad, lo que establece un nuevo récord. La galaxia denominada EGS-zs8-1 se identificó en un inicio por sus colores particulares en las imágenes del Hubble y Spitzer y por ser uno de los objetos más brillantes y grandes en el universo, explicó la NASA. "Ya creció más de 15 por ciento de la masa de nuestra propia Vía Láctea en la actualidad", dijo Pascal Oesch, autor principal del estudio de la Universidad de Yale. "Pero tenía sólo 670 millones años para hacerlo. El universo era aún muy joven entonces”. El científico agregó que la nueva medición de la distancia permitió a los astrónomos determinar que EGS-zs8-1 todavía está formando estrellas de manera muy rápida, alrededor de 80 veces más que nuestra galaxia, que es de alrededor de un año. "Cada confirmación añade otra pieza al rompecabezas de cómo se formaron las primeras generaciones de galaxias en el universo temprano", dijo el astrónomo Pieter van Dokkum de Yale, segundo autor del estudio. "Sólo los telescopios más sensibles son lo suficientemente potente como para llegar a estas grandes distancias", indicó. El descubrimiento fue posible gracias a la tecnología del telescopio Keck I, que permite a los astrónomos estudiar de manera más eficaz varias galaxias al mismo tiempo. Los astrónomos tienen como objetivo principal en la próxima década la medición de galaxias a estas distancias extremas y estudiar sus características y propiedades. Estas nuevas observaciones de Hubble, Spitzer y Keck confirman que las galaxias masivas existían desde principios de la historia de nuestro universo, y sus propiedades físicas son muy diferentes a las observadas hasta ahora, subrayó la NASA.