Ciudad de México.- El denominado Planeta 9 o X, puede tratarse de un cuerpo extrasolar, es decir, que antes orbitaba otra estrella y que pasó lo suficientemente cerca del Sol, en el cúmulo de su nacimiento, cuando la ubicación de las estrellas hermanas de éste era aún muy próxima, resaltó la investigadora del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, Bárbara Pichardo. Señaló que a partir de la observación de seis cuerpos extremos transneptunianos que deambulan a menos de 100 unidades astronómicas, que es la distancia media entre la Tierra y el Sol, y giran heliocéntricamente, se ha propuesto la existencia de un nuevo planeta gigante en el Sistema Solar. Y es que, estos objetos, en lugar de distribuirse en todas direcciones, se alinean como si algún perturbador importante los hubiera obligado a colocarse en sus posiciones actuales. “Esto no es común, ni siquiera en el cúmulo de nacimiento del Sol, donde la probabilidad de que dos estrellas se aproximen tanto como para que esto ocurra es de menos del 10 por ciento. Pichardo indicó que después de esa época -los primeros 100 millones de años que le tomó a dicha formación disociarse-, la posibilidad de un encuentro cercano con otro astro en la vecindad solar es de prácticamente cero. Hasta el momento, dijo, no se ha comprobado si hay un planeta X, pero de ser real, los cálculos infieren que estaría a una distancia de entre 600 y mil 500 unidades astronómicas de la Tierra. De acuerdo con esas estimaciones, en su máximo acercamiento al Sol estaría a 500 y en su máximo alejamiento a mil 500. Se ha especulado que su tamaño es de 10 masas terrestres, lo que significa que, por su lejanía, sería tremendamente complejo estudiarlo y saber su composición exacta con la tecnología actual. También se ha planteado la posibilidad de que pertenezca a nuestro Sistema Solar, “de ser así, debería tener la misma composición química que los demás objetos de nuestro vecindario e, incluso, si proviniera de otra estrella, pero del mismo cúmulo de nacimiento del Sol, ésta sería similar a la de Neptuno”. Por ello, es difícil establecer su origen, “porque desde donde estamos es complicado averiguar cómo está formado”, aseveró la investigadora del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM. La especialista expuso que un argumento en favor de la existencia del Planeta X, son seis cuerpos transneptunianos que en vez de distribuirse de forma aleatoria, presentan un ordenamiento de las órbitas. Por ello se cree que si no hubiera algo más grande que provocara este fenómeno, se desplazarían en cualquier dirección. Los objetos que lo circunvalarían son un poco más grandes que Plutón. El más conocido es Sedna, que por años ha maravillado a los astrónomos por la extraña trayectoria que describe.
La Voz de Michoacán
