Notimex/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) desarrollaron un nuevo método para imprimir cristales coloidales en 3-D. La técnica podría usarse para escalar a materiales autoensamblados, los cuales podrían ser empleados como sensores ópticos, pantallas a color y componentes electrónicos guiados por luz. A través del proceso de ensamblaje coloidal de escritura directa, los investigadores construyen cristales de un centímetro de alto, cada uno hecho de miles de millones de coloides individuales, partículas que miden entre un nanómetro y un micrómetro de diámetro. “Si hiciera estallar cada partícula al tamaño de una pelota de futbol, sería como apilar un montón de balones de futbol para hacer algo tan alto como un rascacielos”, dijo el coautor del estudio, Alvin Tan. De acuerdo con el MIT, los expertos hallaron la manera de imprimir coloides como nanopartículas de polímero, similares a estructuras atómicas en cristales. Los científicos imprimieron varias estructuras como pequeñas torres y hélices, que interactúan con la luz de manera específica, esto dependerá del tamaño de las partículas individuales dentro de cada estructura. El equipo contempla esta técnica como un nuevo modo de construir materiales de autoensamblado que aprovechan las propiedades de nanocristales, a escalas más grandes. Si pudieras imprimir en 3-D un circuito que manipula fotones en lugar de electrones, eso allanaría el camino para aplicaciones futuras en computación basada en la luz, que manipulan la luz en lugar de la electricidad para que los dispositivos puedan ser más rápidos y más eficientes”, destacó Alvin Tan. Los coloides son cualquier molécula grande o partículas pequeñas, que miden entre un nanómetro y un micrómetro de diámetro, las cuales están suspendidas en un líquido o gas. Entre estos se encuentran la niebla, compuesta de hollín y otras partículas ultrafinas dispersas en el aire, la crema batida, una suspensión de burbujas de aire en crema espesa. Las partículas en estos coloides cotidianos son aleatorias en tamaño y forma en que se dispersan a través de la solución. Para la primera demostración de la técnica de impresión coloidal, el equipo trabajó con soluciones de partículas de poliestireno en agua, creó torres y hélices de un centímetro de altura. Cada una de las estructuras contiene tres mil millones de partículas. En ensayos posteriores, probaron soluciones que tenían partículas de poliestireno de diferentes tamaños, así pudieron imprimir torres que reflejaban colores específicos, según el tamaño de las partículas individuales.