Ciudad de México.- Alumnos de las unidades Azcapotzalco y Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) obtuvieron el tercer lugar del desafío Hakathon del Campus Party 2016 –en la categoría de alimentos– por el diseño de “Atlcaualo” –detención de agua, en náhuatl–, potabilizadora de agua pluvial que utiliza filtros de ionización a partir de botellas pet, imanes, esponjas y arena, entre otros componentes. De acuerdo con la casa de estudios, el proyecto –elegido entre 2,000 que participaron en diez categorías– logró ubicarse entre los 30 mejores durante el certamen que se celebró del 29 de junio al 3 de julio en Guadalajara; tiene un costo de mil 500 pesos y constituye la primera etapa de un sistema de filtración de agua de uso doméstico. Explicó que la tecnología desarrollada por los jóvenes –con asesoría de Rafaela Blanca Silva López, investigadora del Departamento de Sistemas de Información y Comunicaciones de la Unidad Lerma– se enfoca en mejorar la calidad de vida de personas de bajos recursos que habitan las regiones más pobres de México y el mundo, pues provee del vital líquido mediante el uso de materiales reciclados. El equipo fue creado por Pilar Selene Simón Téllez y Mariana Hernández Hernández, adscritas a la licenciatura en Ingeniería en Recursos Hídricos, y Ottmar Grover Rocalde Cardeño, alumno de la licenciatura en Arte y Comunicación Digitales, todos de la Unidad Lerma, así como Margarito Filomeno Nicolás, Luis Alberto Antonio Narcizo y Junior Uriel Ocampo García, de la licenciatura en Ingeniería Electrónica; y Pedro Rubicel Paredes, de la licenciatura en Ingeniería Química, estos últimos de la Unidad Azcapotzalco. La UAM indicó que el sistema se caracteriza por filtrar materia suspendida, microorganismos y metales pesados; además ayuda a extraer vitamina B, hierro, calcio y magnesio, entre otros nutrientes alimenticios y minerales que ayudan al mejor aprovechamiento proteínico del organismo y son difíciles de obtener por los habitantes de comunidades de escasos recursos. Además, posee un funcionamiento ecológico, pues genera energía propia mediante la caída de agua a partir de un sistema hidroeléctrico. El grupo detalló que el sistema está formado por un conjunto de filtros: esponjas encargadas de la primera filtración de sedimentos; tepetate para captar sólidos más pequeños que al mismo tiempo proporcionan alcalinidad; carbón activo para eliminar malos olores, y tela, arena y nuevamente esponja. El nivel dos de purificación cuenta con un sistema de luz ultravioleta y dos imanes de dominio que crean el campo magnético para el proceso de ionización, al cual se suma una corriente eléctrica para –finalmente y con el empleo de peptonas, polipéptidos formados durante la degradación enzimática de proteínas y que constituyen la principal fuente de nitrógeno para el cultivo de bacterias obtenidas de la tortilla– conseguir un sistema de filtración totalmente biológico. Los alumnos explicaron que con la ionización a nivel celular, “las sales minerales como el magnesio son más fáciles de ser fagocitadas, es decir, que posean la capacidad de absorción en las células del organismo, lo que representa un mayor aprovechamiento de nutrientes que en muchos casos no se obtiene con los alimentos que se consumen”.