El 60% de los profesionistas mexicanos son presos de su teléfono celular. En cuanto escuchan o perciben el timbre sienten la necesidad de contestar, sin importar el lugar, horarios o personas a su alrededor. Un estudio de la firma Randstad reveló que 42% de los empleados piensa que está obligado a contestar –inmediatamente– llamadas, atender mails y recibir o enviar mensajes de texto a mitad de la noche, durante una reunión con sus familiares o amigos, sobre todo si la solicitud de comunicación proviene de la oficina.