El Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de San Pedro Mártir puso en operación un telescopio robótico que detectará, principalmente, la contraparte en luz visible de los destellos de rayos gamma, las explosiones más poderosas conocidas en el Universo. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que con este instrumento, colocado en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Andalucía, España, se da un paso importante en la apertura del OAN para ser un laboratorio internacional. Enfatizó en un comunicado que además se suma a una red de telescopios idénticos: dos en España, uno en China y otro en Nueva Zelanda. William Lee, director del Instituto de Astronomía de la UNAM, indicó que gracias a este quinto instrumento se completa la cobertura de 24 horas de observación para ese tipo de fenómenos astronómicos, los cuales podrán verse cuando ocurran, sin importar la hora. A pesar de ser relativamente pequeño, de 60 centímetros en el espejo, y de observar en luz visible, como nuestros ojos, es muy importante la renovación y actualización de la infraestructura del Observatorio Astronómico Nacional. De ese modo, el telescopio robótico Bootes-5 se suma a otros tres: de 2.1 metros, inaugurado en 1979, y que era el más reciente con el que se contaba, de 1.5 metros y de 84 centímetros. El proyecto Bootes, que toma su nombre de la constelación homónima, también conocida como El Boyero, es una iniciativa del grupo encabezado por Alberto Castro Tirado, especialista del Instituto de Astrofísica de Andalucía. La máxima casa de estudios acentuó que el objetivo principal es la observación de eventos transitorios “que explotan y brillan con intensidad un rato y luego decaen”, como los destellos de rayos gamma, las explosiones más brillantes del cosmos, descubiertas hace cuatro décadas. En el cielo nocturno, en apariencia inamovible, todo el tiempo hay cambios. Por ejemplo, las estrellas nacen, viven y mueren, y al llegar a esa última etapa se producen estallidos espectaculares que se ven a distancias enormes. Los destellos de rayos gamma son fenómenos interesantes que relatan la muerte de estrellas masivas, lo que permite, a su vez, estudiar la historia de la formación estelar en el Universo y entender el ciclo vital de esos objetos cósmicos. Lee Alardin puntualizó que eso es importante porque, al término de su vida, las estrellas arrojan elementos químicos al medio interestelar más pesados que los que las formaron al inicio. “Ellas arrancan con los elementos más sencillos, hidrógeno y helio, y durante su existencia ‘cocinan’ en su interior otros más pesados, todos los de la tabla periódica, que expulsan al morir”, expuso en el documento. “De ahí vienen otras estrellas con composición un poco distinta, que también incluye al carbono, nitrógeno, oxígeno y hierro, los elementos que conforman a nuestro planeta, al agua, al ADN, la hemoglobina, en fin, a nosotros”, precisó Lee. Por eso los destellos de rayos gamma ayudan a entender la historia de la evolución química del Universo, que constituye una pregunta fundamental de la astronomía. Además, al ser tan brillantes permiten hacer mapas a gran escala. “Son como faros que hacen posible ver el cosmos en todas las direcciones y a grandes distancias; eso tiene implicaciones en los estudios de cosmología y de formación de galaxias”, agregó. En el Bootes-5 también podrán observarse nebulosas, galaxias enanas o estrellas variables, de acuerdo a los programas que sean propuestos y aprobados para ejecución. El proyecto forma parte del programa de Laboratorios Nacionales y tuvo una inversión aproximada de 230 mil euros, compartida entre ambos institutos y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Como parte del acuerdo, los astrónomos mexicanos no sólo tendrán 40 por ciento del tiempo del telescopio para sus diversas investigaciones, sino que podrán hacer uso de los instrumentos ubicados en China, Nueva Zelanda y España.