Londres.-La idea de crear nieve en uno de los más importantes glaciares de Suiza a fin de revertir su proceso de desaparición, será puesta en práctica como una de las últimas esperanzas para salvarlo. Se trata del esfuerzo para rescatar al glaciar Morteratsch, en el oriente suizo, que en los pasados 120 años ha retrocedido más de dos kilómetros, de los cuales 550 metros corresponden a los últimos 17 años. Los habitantes de Pontresina, localiad a mil 800 metros sobre el nivel del mar más cercana al glaciar, temen que su atractivo turístico disminuya si no es que desaparezca junto con la nieve. Por ello, pidieron a expertos de la Universidad de Utrecht, en Países Bajos, un estudio de la situación y en particular opciones que detengan el deshielo o al menos limiten la velocidad con que ocurre. La primera opción fue una cubierta similar a la que se emplea para proteger la cercana ruta de esquí de Diavolezza a partir de mediados de mayo, cuando la caída de nieve se detiene. Con la cubierta se evita que la nieve se derrita en su mayor parte, hasta que a mediados de octubre se retira. En la década en que se ha usado este método, se ha logrado que la nieve aumente su espesor en 10 metros. El pasado noviembre la Universidad de Utrecht anunció que estaba ya investigando la manera de intervenir en el glaciar de Morteratsch, pues por su tamaño del doble de la Diavolezza, se requería otra técnica. La mejor opción que se perfilaba era una cubierta de nieve artificial en la sección donde el glaciar desaparece con más intensidad, señaló entonces la institución holandesa. Luego de varios meses de análisis, los expertos universitarios determinaron que es posible proteger el glaciar con una cubierta de nieve artificial, y eventualmente hacer que vuelva a aumentar. Johannes Oerlemans, experto en glaciares, presentó su diseño en la pasada reunión de la European Geosciences Union, el cual puede ser el primer intento de su tipo en gran escala. El glaciar de Morteratsch como otros de la zona de los Alpes, está afectado por el calentamiento global. En 1860 su extensión era de 8.5 kilómetros y ahora mide seis, con un ritmo de perdida de 30 a 40 metros por año. Su desaparición implicaría perder el único glaciar al que se puede llegar en silla de ruedas, como afirman los residentes locales, señala Oerlemans a newscientist.com. La solución encontrada fue cubrir una parte del glaciar con cristales de hielo generados por máquinas de nieve artificial, la cual se aplicará como proyecto piloto financiado por los residentes locales. El lugar seleccionado se ubica al pie del glaciar Diavolezza y se extenderá todo este verano. De acuerdo a los cálculos de Oerlemans, se necesitarían 400 máquinas de nieve artificial para crear los cristales de hielo. El agua necesaria se tomaría de los pequeños lagos que forma el deshielo natural de los glaciares. Si el proyecto piloto funciona, se llevarían los resultados al gobierno suizo para que aporte los millones de euros que se necesitarían, explicó el investigador. Se necesita que todo el país se involucre, pero de ser efectivo, proyectos similares podrían salvar a otros glaciares en cualquier lugar del mundo, añadió. Matthias Huss, de la Universidad de Friburgo en Suiza, fija el reto en que el costo para salvar una pequeña área es inmenso.