Ciudad de México.- Se trata de los primeros restos de un pterosaurios encontrados en la Provincia. El excelente estado de preservación de fósiles craneanos revela información sobre la evolución del cerebro y la adaptación al vuelo en este grupo de reptiles voladores. Los científicos a cargo de la investigación dieron a conocer una nueva especie de pterosaurio del Jurásico Temprano- Medio de Chubut. El equipo de investigadores la bautizó Allkaruen koi, del tehuelche “all” cerebro, “karuen” antiguo y “koi” lago, en referencia al tipo de sedimento donde fueron hallados los fósiles. Gracias a su excelente estado de preservación, los restos craneanos aportan nueva información sobre el origen, el tiempo y el modo de la evolución del neurocráneo en este grupo de reptiles voladores. Hasta ahora las descripciones sobre la anatomía del neurocráneo se habían limitado a unas pocas especies y la información sobre los estados intermedios en la evolución de los pterosaurios era precaria. Hace unos 170 millones de años, los ecosistemas del mundo eran muy diferentes. La Patagonia, en particular, era mucho más húmeda y cálida, y vivían una enorme diversidad de plantas y animales hoy extintos, entre ellos los pterosaurios. Los pterosaurios son un grupo extinto de reptiles voladores que vivieron durante prácticamente toda la Era Mesozoica y fueron los primeros vertebrados en conquistar el medio aéreo. Los fósiles de Allkaruen fueron encontrados en el centro norte de la Provincia del Chubut, a pocos kilómetros de la aldea escolar de Cerro Cóndor, en afloramientos del Jurásico Temprano, en sedimentos correspondientes a un antiguo lago donde probablemente cayeron estos reptiles. El equipo de científicos estudió la anatomía neurocraneana mediante tomografía computarizada para analizar tridimensionalmente el molde craneano y el oído interno. Posteriormente, el equipo, realizó un análisis filogenético global del grupo, incluyendo estos datos craneanos y otros caracteres anatómicos. La posición intermedia de Allkaruen en el árbol evolutivo de los pterosaurios y los datos obtenidos a partir de los estudios craneanos, aportan datos sobre la transformación típica desde los primeros pterosaurios, hacia la condición derivada de los pterodáctilos. “Lo importante de este descubrimiento es que se trata de un pterosario del límite Jurásico Inferior-Medio, que muestra un estadío intermedio en la evolución del cerebro de los pterosaurios y su adaptación al medio aéreo”, afirma el Dr. Diego Pol, quien formó parte del equipo de investigación. El descubrimiento fue publicado en la revista científica Peer J por el grupo interdisciplinario conformado por la Dra. Laura Codorniú, el Dr. Diego Pol, la Dra. Ariana Carabajal y el Dr. David Unwin. Éxito aéreo asegurado Los pterosaurios eran buenos voladores y planeadores, gracias a su extraordinaria adaptación al medio aéreo. Al igual que las aves, sus huesos estaban neumatizados (huecos) para alivianar el peso del esqueleto y la quilla, una prolongación del esternón que estaba muy desarrollada, indicando la presencia de músculos pectorales potentes para movilizar las alas. Sin embargo, la similitud con las aves es solo superficial, y el origen en común entre ambos grupos es muy remoto. Los pterosaurios tenían características reptilianas como los dientes y la ausencia de plumas. A diferencia de las aves, la membrana de las alas estaba sostenida por un solo dedo, el cuarto, sumamente alargado respecto a los otros.