Ciudad de México.- Para algunas personas el cambio de horario representa un desajuste en su reloj biológico, por ello se recomienda durante tres días previos dormir y despertar media hora antes o después de acuerdo a este, para que el cuerpo se ajuste de manera progresiva. “Para no sentir tan brusco el golpe, se debe cambiar un poco los hábitos durmiéndose media hora antes o media hora después, de acuerdo como haya sido el cambio de horario, para adelante o para atrás”, mencionó el director de la Clínica de Trastornos del Sueño, Javier Velázquez Moctezuma. Esta práctica se debe de dar tres días antes del cambio para que al sexto día el cuerpo se encuentre ajustado y sin ningún tipo de malestar, dijo Velázquez Moctezuma de la clínica que pertenece a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa, en una entrevista con Notimex,. La gente más sensible al nuevo horario llega a sentir somnolencia, irritabilidad, dolores de cabeza, dificultades para concentrarse y en ocasiones no puede conciliar el sueño por las noches, mencionó el especialista. Las molestias se deben a la diferencia de cronotipos, esto es que cada persona se acomoda de forma particular al ritmo circadiano, que representa el ciclo de sueño y vigilia durante 24 horas. “Nosotros estamos hechos para funcionar en un ritmo circadiano alrededor de 24 horas, en el cual se presenta el ciclo de sueño y vigilia. Cada uno tiene un cronotipo en particular de ajustarse al ritmo circadiano, pero unos entramos cuando se va la luz y otros después”, explicó el médico. Sin embargo, Velázquez Moctezuma dijo que el cambio de horario no debe representar ningún problema para la población en general, ya que este será de una hora y el cuerpo se adapta de forma rápida. “El cambio de horario no nos va a causar a la gran mayoría de las personas ninguna alteración, nos vamos a justar rápidamente, pero aquellos que sean muy sensibles a los cambios de ciclo tendrán que irse adecuando a este nuevo horario de manera que rápidamente alcancen la rotación”, agregó. En los seres humanos el reloj biológico está ajustado a la luz, la oscuridad y a los cambios de temperatura, que establecen una serie de actividades básicas como la hora de dormir, despertar, la actividad, el reposo, la comida, entre otras. En lo que se refiere al sueño y a la vigilia, la luz es la señal que indica cuándo dormir y despertar, la cual se liga a la liberación de hormonas como la melatonina y el cortisol. “Nuestro organismo está diseñado para cuando se va la luz se secretan hormonas como la melatonina y entonces nos vayamos a dormir, por su parte el cortisol provoca alertamiento, y se libera en las primeras horas de la madrugada”, explicó el especialista. Este domingo 3 de abril entrará en vigor el cambio de Horario de Verano en México, por lo que la población debe adelantar una hora los relojes antes de irse a dormir el sábado 2 de abril, para que inicien sus actividades con el nuevo horario. Esta medida, que se aplica en México desde 1996 con excepción de los estados de Sonora y Quintana Roo, inicia el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre. Lo anterior se debe a que en este periodo se registra una mayor insolación en el país, por lo que al adelantar una hora el reloj, se reduce el consumo de energía diario durante este periodo de máxima demanda de electricidad. Estudios del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), con la participación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y del Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE), revelan que la aplicación del Horario de Verano en 2015 generó un ahorro en consumo de mil 46.47 gigawatts hora (GWh), equivalente al consumo de 9.18 millones de lámparas fluorescentes compactas autobalastradas encendidas durante un año las 24 horas del día. Además, el ahorro de energía obtenido en el HV2015 sería suficiente para abastecer el consumo de 602 mil casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 289 kilowatt hora al bimestre (kWh/bimestre). En tanto, la contribución económica por la implementación del HV2015 se estima en mil 470 millones de pesos, al considerar un costo medio de la energía eléctrica de 1.4048 pesos por kilowatt hora para los usuarios domésticos. También, con el Horario de Verano 2015 se evitó el consumo de energía primaria equivalente a 1.33 millones de barriles de petróleo, de acuerdo con la Secretaría de Energía.