Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Este miércoles 21 de junio ocurrió el solsticio de verano en el hemisferio norte, que marca el día más largo del año y el comienzo oficial del verano. Pero, ¿qué es exactamente el solsticio? Es el resultado de la inclinación del eje norte-sur de la tierra 23,4 grados hacia el Sol. Esta inclinación hace que cantidades diferentes de luz solar alcancen diferentes regiones del planeta durante la órbita de la Tierra en torno al Sol. En el solsticio de junio, el Polo Norte se encuentra más inclinado hacia el Sol que durante cualquier otro día del año. Esto significa que en el solsticio de junio, el hemisferio norte vive el día más largo y la noche más corta del año. En el hemisferio sur ocurre lo opuesto: junio trae el solsticio de invierno y el día más corto del año. En el solsticio de verano, el hemisferio norte recibe más luz solar que en cualquier otro día del año, pero esto no significa que el primer día de verano sea el más caluroso. La atmósfera y el océano de la Tierra actúan como barrera para el calor, absorbiendo y reradiando los rayos solares. Aunque el planeta absorbe gran cantidad de los rayos solares en el solsticio de verano, se necesitan varias semanas para liberar esa energía. Como resultado, los días más calurosos del verano normalmente coinciden en julio o agosto. Otra creencia popular errónea es que durante el verano —y especialmente durante el solsticio de verano— la Tierra está más cerca del Sol que durante otras épocas del año, según explica Mark Hammergren, astrónomo en el Planetario Adler en Chicago. En realidad, la inclinación de la Tierra influye más en las estaciones que la distancia de nuestro planeta al Sol. «Durante el verano del hemisferio norte, en realidad, estamos a más distancia del Sol», afirma Hammergren.