AP / La Voz de Michoacán Atolón Alphonse, Seychelles. Una misión sin precedentes para explorar las profundidades del Océano Índico y registrar los cambios que se producen bajo las olas inició sus trabajos el jueves en aguas del archipiélago de Seychelles. La ambiciosa expedición indagará en una de las últimas grandes fronteras inexploradas del planeta, un océano vasto que experimenta los efectos del calentamiento global. El conocimiento del ecosistema del Océano Índico es importante no solo para las especies que lo habitan, sino para los 2.500 millones de habitantes de la región, que abarca África oriental, la península arábiga, el subcontinente indio y el sureste asiático. La Misión Nekton de Gran Bretaña arribó al diminuto atolón Alphonse por la madrugada después de que un pronóstico de mal tiempo le obligó a cambiar de planes y ruta. Aunque la misión utilizará sumergibles de alta tecnología, el trabajo comenzó el jueves con equipos más primitivos: un artefacto para medir la composición química del agua y una red Neuston para atrapar zooplankton. Cuando uno inicia por fin la parte científica, es un alivio y mucha diversión", dijo Louise Allcock, profesora de zoología en la Universidad de Irlanda en Galway. Alphonse es un atolón, la cima de una montaña submarina, 232 millas náuticas al suroeste de Victoria, capital de las Seychelles. A poco más de tres kilómetros de la costa, el mar tiene una profundidad de 5.000 metros. Poco se sabe de la biodiversidad del atolón Alphonse, ya que no ha sido explotado más allá de la profundidad de buceo. Stephanie Marie, una bióloga marina de las Seychelles, pasó recientemente una semana en Alphonse para estudiar una especie de pez conocido como trevally gigante, o GT (Caranx ignobilis). Cuando el tiempo es tan bueno, hay mucho para ver, los tiburones, el GT, los corales", dijo. "Es un lugar distinto, una escenografía distinta cada vez". Su función es recolectar zooplankton para su identificación taxonómica. "Realmente estoy emocionada. Me va a abrir los ojos, porque nunca he llegado a tanta profundidad", dijo. "Es muy importante. Los peces se alimentan de zooplankton, de manera que debemos verificar su calidad, porque si cambian los ecosistemas, esto puede afectar a los peces que comemos". La misión espera descubrir especies nuevas y a la vez recoger pruebas del cambio climático y la contaminación provocada por el ser humano.