Las visiones de automóviles que se conducen a sí mismos sin emitir contaminantes al tiempo que entretienen a sus pasajeros con películas en la internet y medios sociales acaparan buena parte de la atención en la Feria Automovilística de Tokio. Japón, unos de los principales productores de automóviles en el mundo, tiene una generación de jóvenes poco interesados en conducir coches. La feria trata de atraerles. Busca además promover un ambicioso plan respaldado por el gobierno para hacer de Japón un líder de en la tecnología de automóviles autónomos. La prensa tuvo una oportunidad de ver la exposición el miércoles, antes de su inauguración al público el 30 de octubre. Nissan Motor Co. mostró un prototipo equipado con scáners de láser, una cámara de 360 grados, un radar y chips de computadora para que el auto pueda "pensar" y manejarse autónomamente. Nissan lo llama IDS, por "intelligent driving sistem" (sistema inteligente de conducción). Nissan, basado en Yokohama, dice que va a ofrecer algunas capacidades de conducción autónoma para el final del año en Japón. Para el 2018, vehículos con la tecnología podrán ejecutar cambios de carrilleras en carreteras. Para el 2020, esos vehículos podrán maniobrar a través de intersecciones en vías urbanas regulares. Funcionarios de Nissan dicen que están trabajando arduamente para que el vehículo pueda reconocer la diferencia entre una luz roja de un semáforo y la luz trasera de un auto, aprender cómo doblar en una intersección en la que indicadores blancos de carrillera pudieran estar ausentes y anticipar cuándo un peatón pudiera cruzar la calle. El vehículo IDS de Nissan es eléctrico, con una nueva batería que es más poderosa que la que tiene actualmente el coche eléctrico de la compañía, Leaf. Aunque aún no están decididos los planes de producción y venta, puede recorrer una distancia mayor con una sola carga y se recarga más rápidamente. Un reto grande para los coches autónomos es ganar aceptación social. Tendrán que compartir las calles y carreteras con automóviles convencionales, además de peatones, animales y objetos inesperados. Por ello algunos fabricantes de autos están colocando la tecnología en lo que parece más un coche de golf que un automóvil, tales como el Wander Stand y el Wander Walker, de Honda Motor Co. En lugar de tratar de aventurarse por carreteras y otras vías públicas, esos vehículos están diseñados para ambientes controlados, restringidos a trasportar a personas a lugares predeterminados. En una sección especial de la feria, los visitantes pueden probar innovaciones como el asiento en una rueda de Honda y vehículos eléctricos "inteligentes". No importa lo estrafalariamente futuristas e incluso peligrosas que esas máquinas puedan parecer, especialmente la idea de compartir carreteras con vehículos sin chofer, esa era es inevitable, simplemente porque la inteligencia artificial es mucho mejor que los humanos para evitar accidentes, dijo el analista de HIS Egil Juliussen. Simplemente pudiera tomar algún tiempo, hasta los 2030, dijo. Una tecnología así ofrecería movilidad a personas que no puede conducir o no tienen vehículos, y pudiera además reducir la contaminación ambiental y el calentamiento global, al producir viajes eficientes, agrega. Otros productores de autos, como General Motors, BMW, Mercedes, Toyota y Tesla, están trabajando en tecnología de conducción autónoma, al igual que lo hacen firmas ajenas a la industria, como Google y Uber. Los vehículos ya se pueden conectar a la internet. Los productores de autos imaginan un futuro en el que los coches serían muy similares a los celulares multiusos de la actualidad, en los que los pasajeros podrían revisar su correo electrónico, ver películas y visitar medios sociales mientras el auto se maneja solo. El presidente de Honda, Fumihiko Ike, que encabeza además la Associación de Productores de Automóviles de Japón, organizadora de la feria, dice que el gobierno japonés está presionando a las firmas automovilísticas del país para que perfeccionen la tecnología. Japón está deseoso de mostrar esa tecnología a tiempo para las Olimpiadas del 2020 en Tokio, en las que aspira a usar vehículos autónomos para recoger a atletas en aeropuertos y llevarlos a la Villa Olímpica. Pero Ike admitió que tenía dudas. Dijo que pueden suceder cosas inesperadas en los caminos, como un paquete que se cae de un camión, y que el cerebro humano tiene más poder de imaginación que la mejor inteligencia artificial. "Tendremos que ver", dijo Ike sobre cuándo los vehículos autónomos se volverán algo común. "La respuesta final vendrá de la sociedad". El presidente de Toyota, Akio Toyoda, dijo que la tecnología tiene sus beneficios, pero se hizo eco de las dudas de Ike. "No es tan fácil", les dijo a reporteros a las márgenes de la feria. "Estamos trabajando en la tecnología, pero también somos realistas".