Redacción/La Voz de Michoacán En la fatídica noche el 26 de abril se estaba llevando a cabo un experimento que debía poner a prueba el rango inercial del turbogenerador. Bajando la producción enérgica hasta el nivel de paralización de la reacción nuclear en cadena, seguido por un brusco aumento de producción enérgica por los operadores junto con la suspensión de la conducción del agua de refrigeración al reactor 1, resultaron en un sobrecalentamiento del combustible y destrucción de la base del reactor. A la 1:24 (hora local), 40-60 segundos después de haber iniciado la prueba, tuvieron lugar dos grandes explosiones. Según algunos investigadores del accidente, el hecho de que quitaran todas las barras de control de la parte activa del reactor, junto con la creciente capacidad del reactor, hicieron que la explosión fuera inevitable. Según las investigaciones los sistemas de seguridad estaban apagados alguno incluso fuera de servicio en el momento de la explosión inicial. Según varios testigos la primera explosión fue seguida por una llama roja y la segunda por una llama azul, y al cabo de un rato apareció un hongo nuclear sobre el reactor. https://twitter.com/CineEscuadron/status/1139952742305345537 El polvo radiactivo empezó a expandirse desde el reactor de la central nuclear destruido y ardiente y contaminó el medio ambiente no solo en sus alrededores, sino también llegó a lugares más lejanos. Los territorios más afectados fueron Ucrania y Belarús, que decidieron evacuar partes de sus países de forma permanente debido a la contaminación del medio ambiente. El yoduro radiactivo ocupó un papel muy importante en los procesos de contaminación. Su periodo de semidesintegración es corto y relativamente poco después del accidente se descompuso en sustancias inocuas. https://twitter.com/HistorieEnFotos/status/1139892537194405890 Hoy en día, los restos del reactor se encuentran dentro de una enorme estructura de contención de acero, instalada a fines de 2016. Los esfuerzos de contención y la supervisión continúan y se cree que la limpieza seguirá teniendo lugar hasta 2065. Chernobyl hoy es un atractivo turístico para aquellos que están intrigados por sus historias y su peligro. Pero, aunque Chernobyl simboliza la posible devastación de la energía nuclear, Rusia nunca dejó atrás su legado (ni su tecnología). En 2019, aún quedan 11 reactores operativos RBMK en Rusia.