Notimex/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Al igual que los sismos, las tormentas solares -cuando el Sol expulsa material caliente ionizado a altas velocidades- como la que muchos vatician que ocurra en el año 2024, no son predecibles. Fue en 1859, cuando la Tierra sufrió la mayor tormenta solar de la cual se tenga registro, cuyas consecuencias dejaron dos días sin mensajes telegráficos a la población en ese entonces, de acuerdo con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). En la actualidad, una tormenta solar de intensidad considerable puede provocar problemas a los sistemas de telecomunicaciones y transporte de energía eléctrica, alertó Víctor Hugo de la Luz Rodríguez, del Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE) de la UNAM. Pero este tipo de fulguraciones solares no se pueden predecir y menos si es a largo plazo, aseguró en entrevista con Notimex. El 12 por ciento es muy baja, estadísticamente puede ser cierta, pero eso no implica que vaya a ocurrir, la probabilidad de que no ocurra es casi del 90 por ciento”, aseguró. De la Luz Rodríguez comentó si bien este tipo de eventos no son predecibles, si se pueden realizar estadísticas sobre la probabilidad de ocurrencia. “Las fulguraciones más intensas se conocen como de clase X, y tiene una subclasificacion del uno hasta el mil, el límite es X17”, comentó. Recordó que el fenómeno ocurrido hace 159 años, tuvo una intensidad de X40, la cual se generó por la combinación de varios eventos simultáneos en el Sol. A través de los datos proporcionados por el satélite GOES de la NASA, que funciona como un sismógrafo, los científicos pueden medir la cantidad de rayos X que emite el Sol. No obstante, este instrumento tiene un límite de radiación, el cual suspende las observaciones al llegar a este. En México se ha podido observar que una fulguración de clase X, puede interrumpir las radiocomunicaciones menores a 50 vas, las de mayor intensidad llegan a bloquear frecuencias más altas como las FM. Este tipo de perturbaciones en las radiocomunicaciones de baja frecuencia son generados por los electrones que entran a la atmósfera terrestre cuando ésta absorbe los rayos ultravioleta y rayos X. Son eventos que ocurren en cascada, primero es la fulguración, si esta es muy intensa se producen partículas energéticas solares, que viajan casi a la velocidad de la luz”, anotó. Estas partículas, que tardan en llegar a la Tierra cerca de 30 minutos, contienen una gran carga energética capaz de quemar los satélites que orbitan el “planeta azul”. Después viene la eyección de masa coronal, tarda cerca de tres días en llegar a la Tierra, son inmensas nubes de gas a millones de grados centígrados que tienen dentro un campo magnético. Han derretido transformadores eléctricos en el mundo”, apuntó. Si bien este tipo de eventos no se deben descartar, para Víctor de la Luz es equivocado ponerles una fecha, porque se trata de un fenómeno natural del Sol.