Más de 30 mil unidades del nuevo teléfono inteligente Freedom 251 fueron apartadas hoy, a menos de 24 horas de su lanzamiento al mercado con bombo y platillo como el “smartphone más barato del mundo”. La demanda “ha sido modestamente alta”, afirmó el fabricante Ringing Bells, compañía india fundada hace menos de un año con sede en la localidad de Noida, cerca de la capital Nueva Delhi, sin embargo su bajo precio ha suscitado dudas sobre su viabilidad. El nuevo teléfono 3G fue presentado la noche del miércoles y puesto en venta esta mañana a través de su página web freedom251.com, a un precio de 251 rupias indias (3.6 dólares), con especificaciones similares a otros dispositivos que cuestan hasta 15 veces más caros. Freedom 251 tiene pantalla de cuatro pulgadas, de 960 por 540 píxeles, más pequeña y menos nítida que la mayoría de los celulares inteligentes actualmente en el mercado; y dos cámaras de reducida resolución, una frontal de 3 megapixeles y una trasera de 0.3 megapixeles. Sin embargo, su almacenamiento se compara favorablemente con teléfonos inteligentes más caros, pues tiene un procesador de cuatro núcleos a 1.3 GHz, 1 GB de memoria RAM y 8 GB de memoria interna, ampliable a 32 GB con tarjeta SD. Su batería tiene una capacidad de 1450 mAh, como el iPhone 5.1, y se ejecuta con el sistema operativo Android 5.1 Lollipop, tecnología previa al Android 6.0 que muchos teléfonos nuevos están comenzando a utilizar. El director de Ringing Bells, Mohit Goel, declaró a la televisora pública india NDTV que se habían solicitado más de 30 mil equipos la mañana de este jueves en la página web, pero que la alta demanda agotó las reservas en cuestión de horas y sobrecargó los servidores. Ashok Chadha, presidente de la compañía, refirió por su parte que el “increíble” número de visitas en el sitio web fue superior a la capacidad que el procesador de pagos puede manejar. El Freedom 251 ha suscitado mucho interés, sin embargo desató una ola de dudas sobre su precio y viabilidad como negocio. La compañía no discutió los aspectos económicos detrás de la operación, pero analistas estimaron que al parecer el dispositivo está “muy subvencionado” por el gobierno de India y expresaron sus dudas sobre “cómo van a sostenerlo”.