Notimex/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Encontrar algunas de las primeras galaxias que se formaron en nuestro universo orbitando en la Vía Láctea es el equivalente astronómico a encontrar los restos de los primeros humanos que habitaron la Tierra”, afirmó Carlos Frenk Mor. El científico egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), radicado en Estados Unidos, publicó lo anterior en el artículo The Imprint of Cosmic Reionization on the Luminosity Function of Galaxies, publicado por la revista "The Astrophysical Journal". El experto señaló que las galaxias ancestrales son: Segue-1, Bootes I, Tucana II y Ursa Major I, con más de 13 mil millones de años. “Lo que hicimos fue coleccionar todos los datos e interpretarlos dentro del esquema que tenemos de la evolución del Universo", explicó el científico mexicano. "El hallazgo respalda el modelo actual para la evolución de nuestro Universo, el llamado 'Lambda de materia oscura-fría', en el que las partículas elementales que componen la materia oscura impulsan la evolución cósmica", añadió. La UNAM destacó que con ayuda de instrumentos como el VTL, del Observatorio Europeo Austral, se estudian más a fondo a las galaxias satélite que se mantienen cerca de otras más grandes (como Andrómeda o la Vía Láctea) debido a la atracción gravitacional. Mientras que con sistemas de modelación computacional, Frenk Mora y su equipo identificaron dos poblaciones de galaxias satélite que orbitan alrededor de nuestro vecindario galáctico. El primero contiene galaxias que se formaron durante la era oscura cósmica. La segunda, con objetos más brillantes que se formaron cientos de millones de años después, una vez que el hidrógeno ionizado por la intensa radiación ultravioleta emitida por las primeras estrellas pudo enfriarse en halos de materia oscura más masivos. Sorprendentemente, el equipo descubrió que un modelo teórico de formación de galaxias que habían desarrollado previamente coincidía perfectamente con los datos, lo que les permitía inferir los tiempos de formación de las galaxias satélite. Hace una década, las galaxias más débiles cercanas a la Vía Láctea habrían sido descartadas de estudio, pero con los nuevos equipos científicos, éstas se han revelado como “un nuevo tesoro para aprender del universo primitivo”, añadió el especialista universitario. En el estudio participaron también Alis Deason, del Instituto de Cosmología Computacional de la Universidad de Durham, Inglaterra; y Sownak Bose, del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica, de Estados Unidos.