Investigadores de la Universidad de Oxford han desarrollado una pantalla con un grosor inferior al de un cabello humano, a partir de la creación de píxeles de apenas unos cientos de nanómetros (medida de longitud que equivale a la milmillonésima parte de un metro), con lo que se podrán desarrollar equipos electrónicos mucho más potentes en cuanto a resolución de imagen y más económicos en consumo de energía. Gracias a este descubrimiento se podrán diseñar pantallas flexibles, que podrán ser usadas en gafas inteligentes, retinas sintéticas y pantallas plegables en un inicio. En el descubrimiento publicado en la revista Nature, una de las más antiguas y famosas revistas científicas de Reino Unido, los especialistas indagaron la relación existente entre las propiedades eléctricas y ópticas en los materiales que admiten un cambio de fase, que en términos de la física y química es la evolución de la materia entre varios estados de agregación, sin que ocurra un cambio en su composición, lo que le permite a estos materiales pasar de un estado amorfo a uno cristalino. Explicaron que al comprimirlos como si se tratara de un sandwich, una fina capa de siete nanómetros de un material de cambio de fase entre otras dos capas de electrodo transparente, se puede utilizar la sutil corriente producida para "dibujar" imágenes en la capa intermedia resultante, además de poder ser activados y desactivados de manera eléctrica, lo que permite la producción de diversos puntos de color, con la capacidad suficiente para convertirse en la base de una tecnología de pantallas capaz de ofrecer una resolución desconocida actualmente. Según Peiman Hosseini, uno de los científicos que firmaron el artículo, "nuestros modelos son tan buenos que podemos afinar nuestros píxeles experimentales para crear cualquier color que queramos, incluyendo los colores primarios que se necesitan en cualquier pantalla. Una de las ventajas de nuestra creación es que, a diferencia de las pantallas convencionales de LCD, no es necesario refrescar constantemente todos los píxeles, sino sólo aquellos que están cambiando (de forma que los píxeles estáticos se quedan como estaban). Y eso significa que cualquier pantalla que se base en esta tecnología tendrá un consumo energético extremadamente bajo". La investigación sugiere también que dichas pantallas podrán desarrollarse con materiales de bajo precio, abundantes y fáciles de fabricar. El equipo de Oxford ha presentado ya una patente sobre el descubrimiento con la ayuda de Isis Innovation, la tecnología de la empresa de comercialización de la Universidad de Oxford. Isis está debatiendo las pantallas con las empresas que están interesadas en la evaluación de la tecnología, y con los inversionistas.