WhatsApp, la aplicación móvil de mensajería instantánea más usada puede dar de baja las cuentas de sus usuarios. En sus Términos y Condiciones del servicio, se estipula que la firma está facultada para expulsar a aquellos usuarios que no cumplan con ellos, ya que "si no está de acuerdo con alguno de estos términos, no debe utilizar este servicio", por lo que la empresa se reserva el derecho a cancelar una cuenta. Otro motivo, es el uso de sistemas automáticos para el envío masivo o repetido de mensajes. Un ejemplo son las cadenas de texto, que algunos cibercriminales emplean para difundir virus y otros "malware". Asimismo, no está permitido el envío de mensajes comerciales o spam, como se puede leer en las condiciones de uso "Usted se compromete a no recoger o almacenar cualquier información de identificación personal, incluyendo el número de teléfono, así como a no utilizar los sistemas de comunicación proporcionados por este servicio para cualquier propósito comercial o de spam". Al aceptar estos términos, los usuarios acuerdan no emplear para usos comerciales los datos suministrados en el servicio. Del mismo modo, queda prohibido "publicar anuncios o solicitudes de negocios", ya que la app solamente está autorizada para uso personal. "El servicio se proporciona para su información y uso personal. (...) Usted se compromete a no participar en el uso, copia o distribución de cualquiera de los servicios que no sean expresamente permitidos, incluyendo cualquier uso, copia o distribución de los 'envíos de estado' (Status Submission) de terceros obtenidos a través de WhatsApp para cualquier propósito comercial". Se debe tener cuidado con los materiales que posean derechos de autor, o se encuentren protegidos por el secreto comercial, "a menos que usted sea el propietario de dichos derechos o tenga permiso de su legítimo propietario para publicar el material y conceder a WhatsApp todos los derechos de licencia otorgados en las Condiciones de Uso". Igualmente, se prohíbe publicar contenidos de tipo "ilegal, obsceno, difamatorio, calumnioso, amenazante, acosador, odioso, racista o étnicamente ofensivo, o que alienten a una conducta que pueda ser considerada una ofensa criminal, dar lugar a responsabilidad civil, viole alguna ley, o es de otro modo inapropiada", explica WhatsApp. Cabe mencionar que la suplantación de identidad también está penada con el cierre de este servicio al igual que enviar o almacenar material "que contenga virus de software, gusanos, troyanos u otros códigos informáticos dañinos, archivos, scripts, agentes o programas". Tampoco está permitido alterar o modificar el código de esta aplicación y publicar contenidos para "adultos" sin que sea identificado como tal, por lo que WhatsApp se reserva también el derecho a cancelar una cuenta si ese usuario es "un infractor reincidente" o incluso resulta molesto.