Nueva York, EU.- La farmacéutica mexicana Liomont inició este año la construcción de una planta para producir en México la nueva vacuna biotecnológica contra la influenza, con lo que se podrá dar pronta respuesta a una eventual pandemia de dicha enfermedad respiratoria. El biológico podría estar listo en tan sólo cuatro semanas, además de que al producirse con tecnología recombinante, está libre de residuos de huevo, látex, gluten y antibióticos, haciéndola más segura para las personas alérgicas a alguno de estos elementos. Desde hace dos años se comercializa en Estados Unidos y a partir de este mes México será el segundo país en el mundo que la tenga disponible gracias a la importación de 50 mil dosis. Pero se estima que en el año 2020 se tendrá el primer lote de vacunas producidas en la planta que se construye en el municipio de Ocoyoacac, estado dé México, indicó la directora Médica de Liomont, Alicia Galván. "Tomamos la decision de construir una planta para que México fuera autosuficiente al 100 por ciento, para que no dependiéramos de otra fabricación en el extranjero. Esta planta se empezó a construir en el 2016 y consideramos que la primera dosis fabricada 100 por ciento en México va a salir en 2020", resaltó. Durante una visita a las instalaciones de su socio comercial y actualmente único productor del biológico, Protein Sciences, informó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ya autorizó la venta de este inmunizador en México. Se prevé que después de su entrada en el mercado privado, donde el costo para el medico es de 300 pesos por dosis, para 2018 pueda ya estar en el sector público. Es decir, para la temporada invernal 2016-2017 se aplicarán las primeras dosis a población mexicana. Explicó que la vacuna se fabrica reproduciendo el virus de la influenza en embriones de gallina, y después sigue un largo proceso, por lo que se requiere al menos seis meses para tenerla lista. Mientras que la vacuna biotecnología no utiliza el virus, sólo la secuencia genética de una de sus proteínas (hemaglutinina), para que al aplicarse al ser humano éste desarrolle defensas y pueda rechazar el virus cuando intente entrar en su organismo. "Si se bloquea esta proteína se bloquea el virus y la vacuna hace que se creen defensas para combatirla cuando el virus quiera entrar. Lo más importante de esta vacuna es que se produce en cuatro semanas, la vacuna tradicional se produce hasta en seis meses y esto da una capacidad de respuesta impresionante ante una pandemia", señaló Alicia Galván. Con el fin de contar con una vacunas que protejan contra cualquier cepa del virus de influenza hasta ahora conocidos, el gobierno de Estados Unidos le dio a Protein Sciences más de 600 millones de dólares, para que desarrolle biológicos que bloqueen los 15 tipos de hemaglutininas (H) del virus. Alicia Galván agregó que cuando esté terminada la nueva planta en México, se podrá desarrollar cualquiera de las distintas vacunas, según se necesite. En la planta de Nueva York se tiene capacidad para producir cinco millones de dosis, pero actualmente solo se manufacturan casi dos millones porque sólo se cubre el mercado estadounidense y ahora una parte del mexicano.