Los relojes inteligentes de Huawei y LG, el casco de realidad de virtual de HTC y el teléfono curvado Samsung Galaxy S6 Edge han sido los dispositivos protagonistas de la jornada previa a la inauguración del Mobile World Congress de Barcelona. Samsung ha mostrado hoy la nueva generación de su teléfono estrella, Galaxy S6, del que ha diseñado dos versiones: una con pantalla lisa y otra con pantalla de bordes curvos (Galaxy S6 Edge) y ha anunciado que su sistema de pagos móviles Samsung Pay será una realidad en verano. Ambas versiones tienen una pantalla de 5.1 pulgadas y resolución de 2.560x1.440 píxeles, lo que supone una densidad de 577 píxeles por pulgada. En el caso del Galaxy S6 Edge, los bordes laterales permiten funciones adicionales, como tener acceso directo a los contactos favoritos. La cámara trasera de ambos es de 16 megapíxeles y tiene tecnología de estabilización de imagen, mientras que la frontal es de 5 mpx. Su exterior es de cristal, Samsung ha dejado atrás el plástico, y en su corazón hay un chip desarrollado por la propia tecnológica -no por Qualcomm-, 3 gigas de RAM y una batería integrada de dos mil 600 miliamperios. Los terminales aterrizarán en abril en los colores blanco, negro, dorado, azul y verde. Samsung ha acudido a Barcelona con la intención de desplegar su poderío tecnológico para seguir siendo el fabricante líder de telefonía inteligente en un mercado cada vez más saturado. Y si el nuevo S6 era el anuncio más previsible de este MWC, la entrada de HTC en el terreno de la realidad virtual ha sido la noticia más sorprendente. Con el casco Re Vive, HTC se suma a la tendencia de revivir la realidad virtual que comenzara hace un par de años Oculus VR -ahora propiedad de Facebook- y a la que se han sumado Sony con Project Morpheus y Samsung con Gear VR. El casco cuenta con más de 70 sensores, habrá una versión para desarrolladores lista en primavera y el prototipo llegará al mercado antes de que termine el año. HTC pretende no sólo impulsar la tendencia de la realidad virtual con el hardware, sino contribuir asimismo a la creación de experiencias que puedan sacarle partido a esta tecnología. Al margen de la sorpresa, la firma taiwanesa ha desvelado los detalles de su teléfono insignia, el HTC One M9, que ha actualizado con una cámara trasera de 20 megapíxeles, un procesador Qualcomm Snapdragon 810 de ocho núcleos que funciona a 2 gigahercios, con 3 gigas de memoria RAM y 32 gigas de almacenamiento. Si bien el mercado de la telefonía inteligente sigue llevándose gran parte de la atención del MWC, que hasta hace no tanto era una feria protagonizada por teleoperadores y redes más que por productos de consumo, la tecnología vestible se confirma como una de las tendencias de 2015. Según la consultora tecnológica Gartner, este año se venderán 70 millones de dispositivos corporales y para 2020 prevé que esa cifra supere los 500 millones. El domingo ha arrancado con el anuncio del LG Watch Urbane LTE, el primer reloj inteligente de LG que funciona de forma independiente a un teléfono móvil y trabaja con un sistema operativo propio diferente de Android. El LG Watch Urbane LTE es redondo, permite realizar llamadas y enviar mensajes mediante la voz gracias a su conectividad 4G -necesitará una conexión móvil propia independiente del teléfono-. Su gran novedad es que está equipado con un sistema operativo desarrollado por LG (probablemente basado en WebOS, aunque la firma no lo ha confirmado), en lugar de funcionar con Android Wear. Huawei también ha querido deslumbrar con un reloj conectado, llamado Smartwatch, de diseño clásico y que verá la luz en negro, dorado y plateado. De esfera redonda de cristal de zafiro, su pantalla tiene 1,4 megapíxeles y una resolución de 400x400 pídeles. Con marco de acero inoxidable, este dispositivo sí trabaja asociado a un teléfono móvil y está equipado con sistema operativo Android Wear.