Nueva york.- Justo a tiempo para el verano boreal, Samsung develó un nuevo monitor personal de ejercicio, cuyo objetivo es ganarle terreno a la marrca líder del mercado: Fitbit. Más allá de ofrecer un conteo de pasos durante todo el día y monitor automático de sueño, el Gear Fit2 de 180 dólares tiene integrados sensores GPS para una medición más precisa de distancia y el ritmo de corredores y ciclistas. El GPS suele estar limitado a dispositivos de mayor rango, como el Fitbit Surge y el Microsoft Band 2, ambos de 250 dólares. El Fit2 también es más económico que el nuevo Fitbit Blaze de 200 dólares, que no incluye GPS. La principal desventaja: el Fit2 no se sincroniza con iPhones, como lo hace el Fitbit. Es indispensable un teléfono con Android —aunque no necesariamente un Samsung— para sincronizar música y datos de entrenamiento. Aunque Samsung es el quinto desarrollador del mundo de dispositivos inteligentes adosados al cuerpo —conocidos en inglés como "wearables"_, según la firma de investigación de mercado tecnológico IDC, la mayoría de ellos son smartwatches Gear, en donde el ejercicio es un extra. En contraste, en el Fit2 el ejercicio es lo principal, aunque también puede hacer algunas cosas que hace un smartwatch, como responder mensajes desde el dispositivo. A lo mucho, los monitores de la competencia te enseñan los mensajes; las respuestas se limitan a smartwatches como el Apple Watch y el Gear S2 de Samsung. Samsung se inspiró en Fitbit al crear un marcador y retos para que familiares y amigos se motiven entre ellos. Éste ha sido uno de los puntos fuertes de Fitbit. Con su anuncio del jueves, Samsung intenta atraer un mayor interés en la salud y ejercicio al reducirse las ventas de smartphones. En el primer trimestre del año, Fitbit vendió 4,8 millones de dispositivos, o 25% más que el año previo y un cuarto de todos los dispositivos wearable del mundo. En contraste, Samsung vendió unos 700.000, un aumento menor al 5%, según IDC.