Notimex/La Voz de Michoacán EUA. Científicos detectaron ondas de gravedad en el interior del Sol y patrones de vibración sísmica que significarían que su núcleo gira casi cuatro veces más rápido que su superficie, gracias al observatorio Heliosférico y Solar (SOHO, por sus siglas en inglés) de la ESA-NASA. Los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), emplearon la “heliosismología”, la cual analiza las ondas acústicas que reverberan a través de él. A diferencia de la Tierra, donde ocurre un fenómeno responsable de generar las ondas sísmicas en un momento concreto, el Sol oscila de manera continua a causa de los movimientos de convección dentro de su gigante cuerpo gaseoso, destacó la Agencia Espacial Europea. “Las oscilaciones solares estudiadas hasta el momento son ondas acústicas, pero en el Sol también debía haber ondas de gravedad, con movimientos verticales y horizontales, como las olas del mar”, planteó el autor principal del proyecto, Eric Fossat. “Llevamos más de 40 años buscando estas escurridizas ondas de gravedad (ondas g) en nuestro Sol y, aunque los intentos anteriores ya apuntaban detecciones, ninguno resultó definitivo. Ahora, por fin, hemos descubierto cómo obtener señales de forma inequívoca”, reveló. Para el desarrollo del estudio, publicado en la revista científica Astronomy & Astrophysics, el equipo de trabajo usó 16.5 años de información recopiladas por el instrumento de Oscilaciones Globales a Bajas Frecuencias (GOLF, por sus siglas en inglés) de SOHO. Asimismo, los científicos aplicaron a los datos distintas técnicas analíticas y estadísticas, donde descubrieron una impresión regular de los modos g sobre las ondas de frecuencia más alta, denominadas ondas de presión (u ondas p). Durante el proyecto detectaron un parámetro de modo p que mide cuánto tarda una onda acústica en atravesar el Sol y volver a la superficie. La marca en las ondas g descubiertas sugiere que el núcleo gira una vuelta por semana, casi cuatro veces más rápido que las capas superficiales e intermedias observadas, mismas que varían de 25 días en el ecuador a 35 días en los polos. “Ya se han detectado modos g en otras estrellas y ahora, gracias a SOHO, por fin hemos dado con una prueba evidente de su presencia en nuestro Sol”, mencionó. “Resulta muy especial estudiar el núcleo de nuestra propia estrella para obtener una primera medida indirecta de su velocidad de rotación”, expresó. No obstante, aseguró que aunque queden décadas hasta que se pueda dar por concluida la búsqueda este hallazgo abre un nuevo horizonte en la física solar.