El Universal/La Voz de Michoacán Ciudad de México. El agua potable en ciudades de los cinco continentes, incluida la CDMX, contiene microfibras de plástico cuyos efectos en la salud humana todavía no han sido estudiados. Análisis realizados en la Universidad de Minnesota revelan que el agua embotellada tiene plástico. No importa si bebes agua de la llave o compras agua embotellada. Fibras de plástico microscópicas salen de los grifos de lugares tan distantes como Estados Unidos, Nueva Delhi o México para el consumo de personas, mascotas y ganado. Investigadores de Orb Media recolectaron 159 muestras deagua potable en cinco continentes y notaron que 83% contenían plástico. Esta contaminación desafía la riqueza y la geografía: el número de fibras plásticas encontradas en el agua de grifo de la Torre Trump en Estados Unidos, no fue diferente de la que se encontró en las muestras de ciudades de África. Orb encontró fibras plásticas en el agua embotellada de las principales marcas y en hogares que usan filtros. Una persona que bebe dos litros de agua al día, o bebidas como café, té y refresco, puede ingerir ocho fibras de plástico, el equivalente a más de 2 mil 900 al año. El plástico invisible está dentro de nuestro organismo. Dentro de nuestros bebés. Dentro de la reina de Inglaterra. "La reina Isabel probablemente ha ingerido una buena cantidad de plástico, al igual que [el príncipe] Charles, y toda clase de personas", dijo Mark Browne, un eco-toxicólogo de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia. Sabíamos que este plástico vuelve a nosotros a través de nuestra cadena alimenticia. Ahora vemos que vuelve a nosotros a través de nuestra agua potable. ¿Tenemos una salida?”, comentó Muhammad Yunus, galardonado con el Premio Nobel de la Paz y fundador del Banco Grameen, le comentó a Orb. Hemos sido advertidos antes sobre la amenaza del plástico para la vida y el planeta. Pero no me di cuenta del riesgo que corre nuestra vida hasta que se presentaron estas nuevas conclusiones de las investigaciones. Vemos que la soga se está apretando más y más alrededor de nuestro cuello", dice Yunus.