Agencias / La Voz de MichoacánMientras Turquía debate sobre qué ocurrirá con el ‘Kanal Istanbul’ y sus consecuencias, a los habitantes de la mayor ciudad del país les ha salido un nuevo vecino. Ha llegado a Estambul lentamente desde las profundidades del mar a invadir la costa del mar de Mármara y todo lo que encuentra a su paso. La situación está de momento fuera de control. Los invasores son bacterias y fitoplancton que, este mes de junio, han avanzado y extendido con rapidez por la zona. El 'moco marino' que estas bacterias expulsan al reproducirse masivamente no es tóxico, pero consume el oxígeno del agua, lo que puede acabar con la fauna y flora marinas. “Protegeremos nuestro Mármara dentro de un plan de desastre medioambiental, y tomaremos todas las medidas necesarias en un término de tres años para salvar el presente y el futuro”, dijo esta semana el ministro de Medioambiente turco, Murat Kurum. Impacto del cambio climático Los expertos consideran que esta invasión se debe, sobre todo, a dos factores. La subida generalizada de las temperaturas, que facilita la reproducción del mucílago marino, y, sobre todo, la enorme contaminación del mar de Mármara, donde se arrojan sin apenas tratar los residuos de Estambul, una metrópolis de cerca de 16 millones de personas. De no resolver el problema, esta plaga podría convertirse en endémica y anual, avisan los expertos. Por ello, el Gobierno turco propone varias soluciones. Algunas, ortodoxas, como intentar reducir los niveles de nitrógeno en el agua y poner más controles para los residuos y aguas fecales que se lanzan al mar. Otras, son un poco más heterodoxas. “Miren, el mar Negro está mucho más limpio que el mar de Mármara. Cuando el nuevo canal sea construido, el agua que fluye por el mar Negro se mezclará mejor con el mar de Mármara. Eso incrementará la calidad del mar de Mármara y terminará con el moco marino”, dijo este miércoles en una entrevista de televisión el ministro de Transportes e Infraestructuras turco, Adil Karaismailoglu. Mar tocado Sin embargo, la eficacia de ese plan no está muy claro. El nuevo canal significará un incremento de la población de Estambul, lo que, a su vez, se convertirá en más presión sobre el ecosistema y más residuos. “Estambul ya ha llegado a su límite de saturación en cuestión de población, y ya estamos viendo los efectos de esto con la cuestión del mucílago marino. En nuestro plan medioambiental, Estambul ya ha llegado al máximo estipulado de población, de entre 15 y 16 millones de personas. Y ahora [con el ‘Kanal Istanbul’] quieren que lleguen un millón y medio o dos millones más de personas”, se queja Oktay Kargül, secretario general de la Agencia de Planificación de Estambul. “El mar de Estambul está muriéndose. Y todo esto hará que empeore. En vez de estar hablando de crear infraestructuras verdes o de mejorar las existentes, estamos pensando en crear más viviendas, más presión”, considera Duygu Dag, del Centro para la Justicia Espacial.