Que el mercado de las criptomonedas se encuentra en caída libre desde hace unas semanas no es secreto para nadie. Algo que unos confirmarán como la explosión de la burbuja de la que hablaban algunos analistas desde casi el nacimiento de bitcoin, y otros lo verán como la oportunidad de abastecer su cartera de criptomonedas ahora que el mercado parece estar “de rebajas”, aunque evidentemente no todas las criptomonedas son iguales, algunas son vistas con mejores ojos por parte de los inversores, y, una forma de saber cuáles son las criptomonedas más negociadas es por ejemplo observar cuáles son las más ofrecidas por las plataformas de trading de CFDs. Si hay algo que han demostrado las criptomonedas con el tiempo es, entre otras muchas y no menos interesantes cosas, la tremenda volatilidad de la que hacen ostensible gala cada cuando. Si a principios de 2020 muchos vieron los bajos precios de las criptomonedas como la ocasión perfecta para subirse a la ola para aquellos que se quedaron atrás allá por el boom de bitcoin en 2017, después de unos más que emocionantes meses para toda la comunidad cripto debido a la subida de la valoración de todo el mercado y la germinación de muchos y novedosos proyectos, seguido del desplome de Terra el resto del mercado está viviendo una debacle que la comunidad ha dado en llamar “criptoinvierno”, y parece que eso es exactamente lo que estamos atravesando ahora mismo. Los mineros se deshacen hasta del equipo De hecho, llaman la atención noticias como esta donde explican que plataformas como Wallapop están desbordadas de carísimos equipos informáticos (rigs) para el minado de criptomonedas debido al desplome del mercado cripto y a la subida del precio de la energía, nuevo paradigma que se intenta implantar en una sociedad hastiada de crisis de salud pública y económicas. Además, hay que tener en cuenta que hace dos años aproximadamente se produjo el último halving de bitcoin, en el cual la recompensa para los mineros se reduce a 6,25 bitcoins por bloque solucionado, teniendo en cuenta que este proceso se lleva a cabo cada cuatro años, no queda tanto tiempo hasta el siguiente halving en el que cada bloque compense con 3.275 bitcoins por su minado, lo que, si el invierno cripto se alarga, puede no parecer tan halagüeño para los mineros de bitcoin como antaño. Es sabido que estos equipos gastan una gran cantidad de energía y, sabiendo que actualmente cada bitcoin vale más de veinte mil dólares a 6,25 bitcoins por bloque parece que no es una cantidad lo suficientemente interesante para muchos de estos mineros, de hecho, como se señala en la noticia, algunos vendedores incluso ofrecen montar al interesado todo el sistema y ofrecen asesoría para utilizarlo. Un camino por recorrer De cualquier manera, para muchos es seguro que las criptomonedas tienen mucho que decir y aportar a esta nueva etapa de la economía, y las promesas de descentralización no quedan en el olvido para todos los amantes de la tecnología blockchain, que sustenta esta nueva forma de dinero. Visto el panorama económico actual cada inversor deberá analizar dónde le conviene más depositar su dinero, si lo conveniente es arriesgar, deberá ser con aquel dinero que se sepa de seguro no se va a necesitar, si es desviarlo a un refugio “seguro” deberá obtener los datos que respalden sus conclusiones y si es guardarlo debajo del colchón, deberá tener en cuenta la inflación y sus consecuencias.